Omar Muñoz R. Universidad del Zulia. Maracaibo Convenio Andrés Bello |
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Elites, intelectuales e integración Ponencia presentada en el Seminario internacional: Elites, poder y política en América Latina (el papel de los intelectuales) Universidad Nacional de Colombia / Universidad de Los Andes de Bogotá Bogotá 2,3 y 4 de mayo de 2005 |
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Bosquejo Histórico 1.- La región ha vivido interesantes procesos de integración desde el mismo tiempo de las luchas independentistas (La patria es América, dijo Bolívar; La América toda existe en nación había dicho Francisco de Miranda), nacimos integrados política, física y socialmente. Para Miranda Independencia e Integración eran parte del mismo proceso formado en el derecho a ser libres de una “dominación opresiva y tiránica” y nuestra identidad está construida además de compartir “una comunidad de lengua, de religión y de costumbres” por el hecho de haber sido “secularmente injuriados del mismo modo”. 2.- Desde su Proclama de los Pueblos del Continente Colombiano. (Alias Hispanoamérica) en 1801, Francisco de Miranda nos soñó unidos con la necesidad de afirmarnos desde nuestra diferencia, frente a lo ha ese momento existía como sociedad global en una sola unidad política reconocida en la diversidad cultural, fue tan coherente y visionario Miranda en su propuesta integracionista que según la profesora Carmen Bohórquez (2004,2001) es reconocido en algunos círculos académicos europeos como precursor de la Unión Europea. 3.- La construcción de la Independencia quedaba atada a la necesidad de la Integración, sin embargo, la historia fue corta y los grupos de poder del momento (llámense castas, caudillos, elites, terratenientes u oligarcas) tienen responsabilidad en ello. Una vez traicionados y desaparecidos los líderes del proceso liberador del imperio español, aquellos terminaron apropiándose del poder, de los territorios, de las riquezas, despojando de toda esperanza a quienes habían esperado por su redención una vez que habían cumplido con su compromiso de hacernos libres en los campos de batalla. 4.- Desde entonces el camino ha sido largo y tortuoso, podríamos decir que 200 años de espera con algunos logros y avances formales y una gran demanda por cumplir en el tema integracionista, según el investigador colombiano Roberto González Arana (2001) el apoyo en la población a la implementación a las políticas de integración en A.L. es superior al 80% en cada uno de 17 países encuestados. 5.- La Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (más tarde Asociación Latinoamericana de Integración- ALADI), el Mercado Común Centroamericano, el Acuerdo de Cartagena (más tarde El Pacto Andino y luego la Comunidad Andina de Naciones-CAN), la Corporación Andina de Fomente, el Convenio Andrés Bello, el Fondo Latinoamericano de Reservas, el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), el Grupo de los 3 (Venezuela, México y Colombia), el Grupo de Río, han sido parte de una búsqueda que no ha dejado de ocupar los intereses del centro hegemónico. El Panorama actual LO CULTURAL Y LO ECONÓMICO 1.- Existe y se reconoce a si misma la tendencia dominante de una HOMOGENIZACIÓN EXPANSIVA (Rigoberto Lanz, mimeo) que coloniza espacios o ámbitos socio-políticos de la sociedad por la vía de la violencia ordinaria cuando ello ha sido requerido, por la diplomacia de la doble moral o por la activación mas permanente de los aparatos ideológicos culturales que promueven el pensamiento único y la cultura homogénea. 2.- América Latina se reconoce partícipe de un complejo proceso fundacional que abarca mucho más de 500 años, donde por supuesto lo europeo es importante pero no su único componente, donde lo ancestral y su africanidad, tantas veces ignorado, también conjugan su presente. 3.- La característica esencial de estos tiempos es en lo cultural la presencia de un avasallante poder ideológico que hace del mercado el templo donde se han de practicar todas las religiones (llámense intercambio) cuando cada practicante o feligrés consuma su práctica cultural (códigos únicos para realidades diversas) garantizando, de la práctica en solitario del rito en el gran templo, la sumisión al poder oficiante de la liturgia. 4.- El reconocimiento y valoración de la diversidad cultural como dimensión de totalidad (no puede ser diverso lo que se considera único), espacialmente ubicado y de carácter histórico requiere de garantías plenas para su ejercicio y reproducción, vale decir para su sustentabilidad en dialogo permanente con su otredad y consigo mismo. 5.- De tal suerte que una visión de totalidad para la práctica cultural exija tanto ubicarla en su especificidad (lo particular, lo propio, lo idiosincrásico) como en su relacionamiento que hace posible lo distinguible ya en la dimensión local, como en lo global o universal. 6.- Sin embargo la tendencia antes señalado de la HOMOGENIZACIÓN EXPANSIVA adquiere sentido de práctica política y es formulada y apuntalada desde medidos de los 80 por el llamado Consenso de Washington y es desde allí que nuestras elites van a nutrir su pensamiento y a alimentar su acción. 7.- Los resultados son evidentes, entre otros: pérdida de la capacidad regulatoria de los Estados, en consecuencia, quiebra de los Estados Nacionales; transferencia al gran capital transnacional privado de las empresas estatales y de servicios públicos básicos, mediante políticas de “privatización” (las telecomunicaciones, agua, electricidad, empresas estatales de correo, puertos, aeropuertos y en general las empresas públicas perdieron su status para convertirse en empresa privadas.); pérdida creciente de centralidad en la valorización del trabajo como fuente de riqueza (desregulación del mercado laboral, disminución de la masa global del trabajo abstracto, el salario como costo y desprotección social del trabajador); predominio ideológico del viejo liberalismo burgués que confronta los derechos de los trabajadores amparado en las propuestas de la filosofía idealista, metafísica y positivista que se expresa en la post-modernidad. 8.- Con estos resultados y con una agenda asumida por aquellos que desde la posición de elite han detectado históricamente la posibilidad de dirigir, hace que el reconocimiento de nuestra identidad, la valoración de nuestras raíces ancestrales, el reconocernos como iguales en la diversidad de nuestra región (la patria es América) no entre en la prioridades de quienes cuyo norte más preciado social y culturalmente es el norte geográfico del continente, quienes promueven con sus políticas la exclusión social y quienes se hacen oídos sordos ante la más grande inequidad que existe en el planeta tierra (Según el Banco Mundial mientras el 10% más rico de A.L se queda con el 48% del ingreso total, léase casi la mitad del ingreso de la región, el 10% más pobre percibe sólo el 1,6 %, para las naciones industrializadas la diferencia para los mismos estratos es de 29,1 VS 2,5% ). 9.- Frente a escenarios de cambio en lo político-nacional que viabilice la posibilidad de encarar la deuda social que arrastran nuestros pueblos se hace evidente el uso de viejos esquemas (la defensa ante amenazas comunistas) con resabios culturales clasitas (discriminación y racismo) con una incapacidad manifiestan para entender los cambios exigidos. Por ello la tasa de mortalidad infantil (35.7%), los niveles de analfabetismo (11,1%), los niveles de consumo alimentario, el acceso a la educación en los distintos niveles y modalidades, la garantía a la salud siguen siendo indicadores donde muestran una realidad que obliga a decir con Fernando Mieres en el informe OCEI-PNUD de 1998, que “Si las ideologías hay que medirlas por sus resultados, el gran fraude de nuestro tiempo ha sido el que han ofrecido las llamadas ideologías del Desarrollo.” Por ello mantenemos la característica que observaba Miranda cuando construía los anhelos de libertad ante el oprobioso régimen colonial español de haber sido y de seguir siendo “injuriados del mismo modo”. 10.- De hecho esta realidad esta respaldada por procesos en los que se destaca la manera en que nos insertamos, como región en el circuito económico internacional por ejemplo, el flujo del comercio intraregional es inferior al 15% mientras que de la región toda con USA es superior al 45%, todo alentado por esquemas de producción, distribución y consumo donde se privilegia la relación con el centro hegemónico. 11.- De allí que la Integración regional es un requerimiento de pueblos, no de elites que devienen castas para preservar privilegios que les brinda un sistema social-económico y político moralmente decadente incapaz de solventar los problemas de las mayorías que lo contienen. DE EUROPA 1. Asistimos recientemente (octubre 2004) a la formalización de uno de los más complejos procesos de integración política, económica y social en el planeta como es la asunción por 25 países europeos de la Constitución de la Unión Europea, lo que implica la instauración plena de un régimen jurídico común que da competencia exclusivas, compartidas y de coordinación a las autoridades centrales creadas, de carácter político, ejecutivo y judicial con los estados miembros de la Unión, que contempla también instancias de carácter económico-social y de control con participación de los gobiernos locales y regionales, de los gremios y sociedad civil organizada de la Unión. 2. Tomando en cuenta la necesidad de superar antiguas divisiones para forjar un destino común, valorando su identidad y su historia nacional, inspirándose en la herencia cultural, religiosa y humanística de Europa y sus aportes al desarrollo de los derechos inviolables e inalienables de la persona humana, la democracia, la libertad, la igualdad y el Estado de Derecho, mantiene la vigencia de las Constituciones Nacionales en una clara demostración de pluralidad y co-responsabilidad bajo los principios de subsidiaridad y proporcionalidad en la aplicación de la C.E. 3. Si tomamos en cuenta la creación del Convenio Europeo de Derechos Humanos (1950) y de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (1952), son más de 50 años de convergencia política y comercial que han dado origen a distintos acuerdos y tratados, tanto de carácter político como comercial que ahora se materializan en la Constitución Europea; ya previamente la creación y puesta en marcha de una moneda única respaldaban la existencia de flujos de intercambio comercial comunitario que representaban mas del 60% de las transacciones que los países hacían en su totalidad. 4. Veinte lenguas compartidas por 25 países (Alemania y Austria comparten el alemán, Inglaterra e Irlanda el inglés, Grecia y Chipre el griego, Bélgica y Luxemburgo tienen lengua común con franceses, neerlandeses y alemanes) le da sentido a la divisa de la U.E. “Unidad en la diversidad”. 5. Por ello existen razones objetivas para creer que, de darse las voluntades políticas requeridas, nuestros procesos de integración fundados en una creciente valoración de lazos históricos, geográficos y culturales puedan trascender a las relaciones de buena vecindad que se pautan en las fronteras y se inscriban en una lógica de complementariedad económica y de acción concertada en lo político para vencer las inequidades sociales. UN MAPA DE NAVEGACIÓN Asumir un proyecto político de cara a la Integración Latino Americana requiere a nuestro juicio acciones concretas que impliquen en lo modular:
TEMAS PENDIENTES. ¿Puede impulsarse desde la esfera política un nuevo relacionamiento entre nuestros países donde la inclusión social sea la prioridad y por ello construir agendas conjuntas para tal fin? ¿Es posible la construcción de políticas de bloques frente a la necesaria preservación y defensa de la diversidad cultural? ¿La lógica de la economía y del equilibrio macroeconómico puede quedar subordinada a los requerimientos de la agenda social? ¿La defensa y valoración de la democracia no pasa acaso por hacer las sociedades mas justas donde el libre comercio no sino el resultado final de las conquistas de las otras libertades? ¿Es que acaso mas de 120 años de férreo proteccionismo de los países hoy industrializados no les da una inconmensurable ventaja para negociar a partir de igualdad de condiciones con nuestras economías? |
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