El Turismo es
sin duda la mayor de las industrias, con un continuo crecimiento anual. El
año pasado, los beneficios de la industria del turismo aumentaron a $439
billones de dólares. Mientras los parajes naturales del mundo también
están siendo destruidos a un ritmo alarmante, la industria del turismo se
está instalando en áreas más remotas y biológicamente diversas, hogar de
pueblos indígenas, amenazando nuestro entorno y forma de vida. Según la
Organización Mundial del Turismo, en 1998 se constató el movimiento de 635
millones de turistas en el mundo. Para los receptores de este turismo
internacional (países anfitriones), la industria del turismo crea
dependencia en una economía global inestable que está fuera del control
local. Las actividades económicas y los recursos locales cada vez son
menos utilizados para el desarrollo de estas comunidades, sino más bien
para la exportación y el placer de turistas y consumidores de otras áreas
del mundo. Con tan pocas políticas y guías internacionales para
restringirlo, el turismo ha dado rienda suelta a su desarrollo en el
mundo, conduciendo a un proceso de globalización en el transporte, las
comunicaciones y los sistemas financieros.
Esta industria ha sido promovida como la panacea para un desarrollo
"sostenible". Sin embargo, de sus supuestos beneficios como generación de
empleo, desarrollo de infraestructuras etc., no ha caído ni una gota a las
comunidades indígenas.
La destrucción que trae la industria del turismo como la contaminación
ambiental y los grandes problemas de gestión de desechos, desplazamientos
de comunidades, abusos contra los derechos humanos, trabajo y salarios
injustos, desconocimiento de las culturas, etc., han perjudicado a muchos
pueblos y comunidades indígenas alrededor del mundo. Recientemente hemos
observado la creación de entidades gubernamentales, tratados
internacionales y otras políticas sobre "turismo sostenible", pero los
pueblos indígenas no han sido invitados a participar adecuadamente en
estas políticas, lo que indudablemente tendrá consecuencias negativas.
"El turismo global amenaza a los conocimientos y a los derechos de
propiedad intelectual de las comunidades indígenas, a sus creencias
religiosas y tecnologías, a sus lugares sagrados, a sus estructuras
sociales, a la fauna, a los ecosistemas, a sus economías y derechos
básicos, reduciéndolos simplemente a otro producto de consumo agotable."
Deborah McLaren
Turismo y Comercio Global
En el área comercial, la industria del turismo con frecuencia es pasada
por alto. A pesar de que para el 83% de los países representa una de sus
primeras cinco categorías de exportación, y que responde por
aproximadamente un 35% de las exportaciones mundiales de servicios y más
de un 8% del total mundial de las exportaciones de productos (Organización
Mundial del Turismo), el FMI la clasifica como una estrategia de los
países endeudados, y que muchos de sus componentes como el transporte
aéreo, los productos agrícolas y las comunicaciones, son importantes
elementos comerciales para cada país involucrado en esta gran industria.
El turismo es distinto en el sentido de que moviliza a la gente hacia el
"producto", en lugar de transportar el producto hacia la gente. Es
dependiente y está ligado a otras áreas de la economía local como la
agricultura, la tierra y el trabajo. No es posible analizar los efectos
del turismo en las comunidades locales y su rol en la globalización, sin
considerar también estas otras áreas. Ya que la liberalización del turismo
depende de la liberalización de otros sectores, es importante tomar en
cuenta los efectos de las políticas de la Organización Mundial del Turismo
en agricultura, derechos de propiedad intelectual, servicios, inversiones,
etc., y las posibilidades de que puedan fortalecer el control de la
industria mundial del turismo sobre las comunidades locales, y desgastar
más las habilidades de las comunidades para convertirse en agentes activos
en la toma de decisiones relevantes a su entorno y futuro.
Liberalización del comercio vs. Culturas Indígenas: Conflictos de ética,
venta de tradiciones, tierras, cultura, derechos de propiedad intelectual.
La ética de la Organización Mundial de Comercio (WTO), es decir, que el
crecimiento económico y la globalización son las principales prioridades,
afecta a todos los aspectos de la vida, desde los árboles hasta el saber
indígena, al trabajo y a la venta de tradiciones y tierras.
La divulgación de información turística y sus imágenes es extremadamente
abundante. Se muestran los pueblos y las culturas en tarjetas postales, en
la literatura promocional, e incluso los turistas pueden alojarse en sus
propios hogares. El concepto del "derecho a vacaciones" en los países
industrializados (cualquier persona con dinero para viajar puede comprar
una semana o dos de otra cultura o parte de la naturaleza) origina
numerosas y serias consecuencias para los anfitriones de destino y su
entorno. El turismo tiene una larga historia de colonización y relaciones
desiguales entre pueblos y regiones. Por lo tanto, los efectos del turismo
no pueden ser medidos solamente en términos de generación de empleo, nivel
de contaminación, desarrollo de infraestructuras, o pérdida de la
biodiversidad. Además, hay muchos efectos sociales y sicológicos, muchas
veces incalculables, pero que tienen graves impactos y que deben formar
parte de un análisis crítico del turismo y sus efectos en las comunidades
indígenas.
El turismo incorpora una cultura de consumo en las comunidades, cuyas
sociedades y valores no se basan en el poder económico del individuo. El
hecho de que el turista busque algo "auténtico", muchas veces conduce a
una prostitución de la cultura local, con tal de cumplir los deseos y
disfrute del turista. La diseminación de los productos y estilo de vida
occidentales ha sido consecuencia del turismo, y que es promocionado
activamente por la WTO. De hecho, en el mundo comercial, se ha reducido a
la cultura a un producto más, como Debi Barker y Jerry Mander dicen, "los
productos fabricados en serie por la cultura popular norteamericana es una
de las mayores exportaciones del país". Si la industria del
entretenimiento y las comunicaciones continua como hasta ahora, se
introducirá forzosamente más cultura fabricada, como Hollywood y
Disneyland, en los países y culturas, mientras que sus derechos a proteger
sus propias culturas se irán mermando.
La inclusión de productos culturales en la eliminación de barreras
comerciales y el incremento del turismo facilitarán el crecimiento de una
monocultura del turismo en el mundo. Países, regiones y pueblos deben
tener el derecho de procurar que sus culturas prevalezcan ante la cultura
de consumo dominante.
Otra amenaza de la expansión de la industria mundial del turismo para las
comunidades indígenas es la bio-piratería, que con frecuencia se lleva a
cabo bajo el disfraz del ecoturismo. Es preocupante el hecho de que en
muchos viajes de "ecoturismo" realizados por científicos, turistas,
estudiantes e investigadores, éstos se internan en los bosques para
recolectar información sobre las plantas y los ecosistemas locales,
usurpando la biodiversidad y, en ciertos casos, atentando con patentar la
vida y robando los conocimientos adquiridos y desarrollados durante
siglos. Aún así, la visión del mundo de los indígenas no se toma en
cuenta, ni son consultados como "conocimiento científico" en la toma de
decisiones y en la formulación de políticas sobre bio-exploración.
Algunos pueblos indígenas del mundo que están trabajando para guiar y
desarrollar las políticas de Naciones Unidas sobre turismo, propusieron
recientemente a la Comisión en Desarrollo Sostenible la siguiente
declaración de principios éticos:
Con frecuencia el turismo ha tenido impactos negativos en los pueblos
indígenas y en otras comunidades y ecosistemas locales de los que forman
parte. Estas comunidades son una diversa mezcla de entornos, culturas,
religiones, espiritualidades, género y etnias. El turismo insostenible
perjudica el entorno y viola los derechos humanos de las comunidades
locales y pueblos indígenas y sus derechos de acceso y propiedad de la
tierra y los recursos indispensables para su seguridad alimentaria,
autosuficiencia e identidad cultural. Además, comercializa con los pueblos
y sus patrimonios culturales, y lugares sagrados, que forman parte de las
culturas y conocimientos tradicionales. Por lo tanto, los pueblos
indígenas y otras comunidades locales deben disfrutar completamente de sus
derechos, tanto individuales como colectivos, y de su libertad sin
perjuicios ni discriminación, incluyendo el derecho a rechazar o aceptar
el turismo. Además, deberían ser los principales decidores sobre el
turismo que tenga impactos en sus culturas y entornos.
Turismo: Mitos y Realidades
Se observa en muchos lugares del mundo que el turismo a gran escala tiende
a dominar grandes sectores económicos. El turismo amenaza y muchas veces
destruye los medios locales tradicionales de vida, o la autonomía local, y
puede arruinar las industrias locales con el aumento del transporte, las
comunicaciones, y la infraestructura económica. La liberalización de los
sectores económicos como la agricultura o la expansión de otras industrias
como la maderera o la minera, también crean las condiciones adecuadas para
el desarrollo del turismo, ya que desgastan la autosuficiencia de las
comunidades y crea una dependencia en el mercado, sobre el que no tienen
control. Por ejemplo, la concentración de empresas agricultoras y los
acuerdos de libre comercio como NAFTA han desprovisto a las comunidades de
seguridad alimentaria, obligándoles a buscar otra forma de sobrevivir. Por
ende, no es coincidencia que aquéllos que han perdido sus tierras o que no
tienen mercado para sus cosechas, se han visto obligados a buscar trabajo
en el sector de servicios en la industria del turismo, y son cada vez más
dependientes de las fluctuaciones del mercado mundial y de las
corporaciones que la administran.
El turismo es el empleador más grande del mundo, según datos del World
Travel and Tourism Council. Con frecuencia es considerado como creador de
empleo y como mecanismo de desarrollo para las comunidades en donde se
asienta. Sin embargo, muchas veces, los trabajos creados por el turismo no
tienen un salario adecuado, no tienen beneficios, las personas no pueden
desarrollar nuevas habilidades, y generalmente no cumplen con los
reglamentos laborales. La WTO considera estos reglamentos laborales como
"barreras para el libre mercado", pero son una amenaza para los
trabajadores de la industria del turismo que ya cuentan con poca seguridad
y derechos laborales y que tienen pocas, o ninguna, otra opción de empleo.
Otra grave amenaza a los proyectos de turismo sostenible, es que la WTO
prioriza el comercio mundial sobre todas las cosas como autosuficiencia de
las comunidades, medio ambiente, derechos humanos, salud y seguridad. Los
temas nuevos como la inversión, acuerdos de gobiernos y políticas de libre
competencia, limitarán en gran medida las oportunidades de las comunidades
de crear alternativas de turismo sostenible. El objetivo de la WTO de
"armonizar" las normas al nivel mundial, facilitará el crecimiento de una
cultura de consumo, además de desgastar la autosuficiencia de comunidades
y regiones. Según Wallach y Sforza en su libro Whose Trade Organization?,
"las diferencias en las normas, aunque expresen diferencias en culturas y
valores, son consideradas esencialmente indeseables porque fragmentan el
mercado mundial".
No habrá manera de hacer cumplir las normas en la industria del turismo,
como por ejemplo, acuerdos previos, apoyo a las iniciativas locales o
normas medioambientales, dentro de estas normas uniformes globales
diseñadas por las grandes multinacionales del turismo.
Debido a las reglas de inversión y las políticas sobre libre competencia,
será prácticamente imposible asegurar el control indígena y local sobre
los proyectos de turismo. La inversión extranjera directa limitará la
capacidad de los países para poner condiciones al tipo de inversiones que
reciban, otorgará más derechos a los inversores extranjeros e incrementará
la fuga de beneficios del país anfitrión. Para la industria del turismo en
que el 90% de los beneficios salen del país anfitrión, esto significa un
desastre. Las comunidades no tendrán derecho a controlar qué compañías
establecen negocios en sus tierras. Debido a las políticas de libre
competencia será imposible para las comunidades y pequeñas empresas
desarrollar sus propias alternativas turísticas dentro de un entorno
protegido. Los proyectos turísticos gestionados por las comunidades que
pretenden aportar al desarrollo de la comunidad, pero que no son su única
actividad económica, necesitan especial protección de los gigantes de la
industria, si es que quieren tener éxito.
Otros acuerdos de la WTO, como el Acuerdo sobre Medidas de Inversión
relacionadas con el Comercio (siglas en inglés TRIMS), y el Acuerdo
General sobre Comercio y Servicios (GAT), han sido evaluados en el pasado
por críticos analistas de turismo debido al perjuicio que significan para
las iniciativas de turismo responsable. Los reglamentos del acuerdo TRIMS
restringe el derecho de un país a solicitar a las empresas turísticas que
compren materiales locales, y considera ilegal que los países puedan
premiar a las compañías que emplean mano de obra local o que tienen buenas
prácticas ambientales. En el GAT, la liberalización del comercio en los
servicios, permite la fusión de empresas extranjeras o la compra de
empresas locales. Por tanto, representan una seria amenaza a las
iniciativas turísticas sostenibles de propiedad y gestionadas por los
indígenas.
El saber local / tradicional y el poder de decisión deben ser
protegidos
"Un error cometido por la comunidad, es mil veces mejor que una solución
impuesta por un experto"
(proverbio mexicano)
Para que los pueblos indígenas se conviertan en agentes activos en la
industria del turismo, para tener control sobre las iniciativas
turísticas, para ser buenas contrapartes con los gobiernos y las
industrias, y para participar en las decisiones y políticas sobre turismo,
la WTO debe establecer normas para sus actividades según los Tratados y
Acuerdos entre los pueblos indígenas y los Estados, y según los actuales o
futuros instrumentos como los siguientes:
Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas
Convenio sobre Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas
Convenio sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones
Unidas
Convenio ILO 169
Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas
Actual Borrador de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas
de Naciones Unidas
Debe existir un acuerdo previo en calidad de protocolo reglamentario para
cualquier proyecto turístico. Según Roy Taylor del Proyecto Norteamericano
de Pueblos Indígenas y Biodiversidad, un acuerdo previo incluye las
decisiones tomadas sobre la base del conocimiento de los pro y los contra
de tales proyectos: "cuando las grandes empresas, los militares y los
gobiernos toman decisiones, se aseguran de enterarse de todo - pro y
contra - sobre el proyecto planificado antes de tomar una decisión.
Queremos decir que nosotros también necesitamos esta información. Estamos
cansados del 'concepto empresarial' que normalmente promueve solo los
beneficios; también debemos conocer los potenciales perjuicios. Este es el
distintivo de un acuerdo previo.
Otras políticas y protocolos para proteger el conocimiento, las culturas y
las tierras indígenas incluyen los siguientes derechos:
el derecho a decir No a proyectos turísticos.>
acceso a toda la información (negativa y positiva).
acceso a la participación en la formulación de políticas.
apoyo a los modelos y estudios de caso realizados por los pueblos
indígenas.
apoyo a diversas iniciativas económicas dentro de las comunidades.
apoyo para el desarrollo de programas de las comunidades indígenas.
Los acuerdos internacionales como la Agenda 21 para proteger los derechos
fundamentales de los pueblos indígenas debe suscribirse en cualquier
formulación de políticas. Y según el Capítulo 26:
"Reconocimiento de que las tierras de los pueblos indígenas y sus
comunidades deben protegerse de las actividades ambientales inadecuadas, o
que los pueblos indígenas consideren que son social y culturalmente
inadecuadas; Reconocimiento de sus valores, conocimiento y gestión
tradicional de recursos con vistas a promover un desarrollo sostenible y
ambientalmente adecuado"
La propia estructura de la WTO hace imposible asegurar la implementación y
protección de estas medidas para que los indígenas puedan controlar los
proyectos turísticos en sus comunidades. El hecho de que los gobiernos
municipales y regionales estén sujetos a los acuerdos de la WTO, que son
firmados por los gobiernos nacionales (en un ambiente no democrático y de
coacción), elimina los derechos de las comunidades a participar en las
políticas que les afectan directamente. De hecho, en estos acuerdos, las
comunidades no tienen derecho a cuestionar estos reglamentos.
El Departamento de Disputas de la WTO nunca endorsaría unos derechos que
fortalezcan la autosuficiencia de las comunidades, en tanto que está
compuesto por representantes comerciales e individuos que están a favor de
la industria favoreciendo a las grandes empresas en detrimento de las
leyes creadas por los ciudadanos de un país para proteger su entorno, su
salud y su economía. El incentivo de la WTO para que todos se integren a
la fuerza de trabajo y convertirse en consumidores del mercado mundial, no
otorga ningún valor a la autosuficiencia, al fortalecimiento de las
comunidades, a la diversidad económica, especialmente a los pueblos que
prefieren continuar viviendo al margen del sistema capitalista mundial.
Ya que la WTO ha demostrado hasta ahora su naturaleza no democrática y no
transparente, nunca podrá servir a los intereses de los pueblos indígenas
en el mundo.
Agenda 21 y Los Pueblos Indígenas
"Los pueblos indígenas y sus comunidades representan un porcentaje
significativo de la población mundial. Durante muchas generaciones han
desarrollado un conocimiento científico tradicional integral de sus
tierras, sus recursos naturales y su entorno. Los pueblos indígenas y sus
comunidades deben disfrutar completamente de los derechos humanos y las
libertades fundamentales sin discriminación. En vista de estas
interrelaciones entre el entorno natural y su desarrollo sostenible y el
bienestar cultural, social, económico y físico de los pueblos indígenas,
los esfuerzos nacionales e internacionales para implantar un desarrollo
sostenible y ambientalmente adecuado deberían reconocer, acoger, promover
y fortalecer el papel de los pueblos indígenas y sus comunidades".
"Apoyar a los medios de producción alternativos y ambientalmente adecuados
para asegurar una serie de posibilidades de cómo mejorar la calidad de
vida, de forma que efectivamente participen en el desarrollo sostenible;
Fortalecer las capacidades de las comunidades indígenas sobre la base de
adaptación e intercambio de experiencias tradicionales, conocimientos y
gestión de recursos, para asegurar su desarrollo sostenible; Establecer,
cuando sea necesario, los arreglos para fortalecer la participación activa
de los pueblos indígenas y sus comunidades en la formulación nacional de
políticas, leyes y programas..."
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