Oscar José Fernández

osfernandezve@hotmail.com

Decisiones

Agosto de 2004

“Ni un sólo instante se deja descansar a nuestra actividad de decisión. Inclusive cuando desesperados nos abandonamos a lo que quiera venir, hemos decidido no decidir”. 
José Ortega y Gasset

La vida se podría traducir en una suerte de juego de decisiones; las cuales resultan ser en muy pocas ocasiones inofensivas. Y es que toda decisión representa quiérase o no un impacto positivo y/o negativo en la vida del otro. Por ejemplo: La decisión del vigilante del edificio, de la recepcionista, de la secretaria e incluso de la conserje, puede ser vital en la llegada o no de una noticia que podría afectar a todo un País. La firma de una persona se puede traducir en la decisión de quienes comerán mañana y quienes no. Y aún sabiendo todo esto seguimos siendo muy ingenuos y despreocupados a la hora de decidir; y es que nuestras decisiones pueden llegar a causar efectos más devastadores que los de una bomba atómica. Por Ej.: cuando un educador se equivoca es mil veces peor que cuando un cirujano se equivoca, pues un educador puede descerebrar en un instante a más de 40 personas y salir tranquilo, listo a seguir con el error.

”Decidir no decidir”,  se convierte en lugar común para muchos; dejarse llevar por las decisiones de otros también es un recurso muy frecuente, el primero resulta un recurso cuasi religioso “¡Que sea lo que Dios quiera! (generalmente empleado cuando se cree haber agotado todos los recursos), el segundo se emplea por facilismo o por temor a equivocarse.

Pero las peores decisiones son las decisiones por capricho, es decir; son las que se traducen en expresiones tales como: sí porque sí, no porque no, o simplemente porque me da la gana.

Ahora estas decisiones en organismos institucionales se escudan tras supuestos aparatos burocráticos y tras supuestos estándares evaluativos. Y es que éste “sí porque sí, o no porque no”, se traduce en algo como: Después de haber estudiado su caso hemos decidido prescindir de sus servicios porque los instrumentos evaluativos empleados indican que usted no responde a las políticas de nuestra empresa; o reducción de personal por motivos económicos, o como me pasó a mí en la Universidad Bolivariana de Venezuela,(UBV) “ por que en sus escritos no se ve su compromiso con la UBV.

En resumen decidir es fácil para quién ve al otro como una cosa. Y difícil para quién como yo ve al otro como un igual.

“Decisiones cada día
Alguien pierde, alguien gana
Ave maría”
Rubén Blades