Francisco Issa Zambrano

Saxofonista

issaxo@yahoo.com

Sobre el Reggeton o perreo para el Socialismo del siglo XXI

1 de septiembre de 2006

Ahora mismo regreso de la Plaza Oleary en el centro de Caracas, a donde fui a esperar la llegada de nuestro presidente. Apenas me quedé unos 5 minutos, aunque fui con la intención de estar allí esperando la llegada de nuestro líder para escucharlo. Pero, que recibimiento… 

Justo al llegar al sitio estaba tomando la palabra el Chino José Martínez, director de la Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea Nacional y seguramente miembro del Comando de Campaña Miranda. Sus palabras me hicieron regresar a mi casa, reflexionando sobre la Cultura en este proceso y su papel en la mente y razonamiento de dirigentes y estrategas políticos como el Chino Martínez.  

¿Y que dijo el Chino que me hizo regresar y reflexionar? 

“…y ya tenemos una muy buena música para todos ustedes, REGGUETON, ¿verdad que a todos ustedes les gusta? (No hubo una entusiasmada respuesta de parte del pueblo revolucionario) Ya le vamos a poner su reggeeeetoonnn…” 

Así que me decepciono y regreso a mi casa. Una cuadra más adelante esta un camión-tarima del comando de campaña con dos jóvenes animando a la gente con REGGETON. Eso me recordó que durante el Festival Mundial de la Juventud y el FSM, estaban los  mismos camiones, algunos de la Alcaldía Mayor, difundiendo REGGUETON las 24 horas del día. Contradictoriamente difundiendo valores contrarios al espíritu de estos foros:  “anti imperialistas, anticapitalistas, por la soberanía, la independencia, los derechos de los niños y las mujeres, por la permanencia de las culturas de los pueblos, por la paz, el medio ambiente, en contra de la globalización y estandarización de la cultura y el pensamiento, etc.. También me recordó el lanzamiento de candidato del imperialismo Rosales, hecha con REGGUETON. 

¿Y que es el REGGETON? 

Es un producto de laboratorio, del laboratorio de las transnacionales del “entretenimiento” que tienen como único fin el enriquecerse, tratar de estupidizar a los jóvenes y bloquear cualquier pensamiento crítico, convirtiéndolos  sólo en consumidores de la basura del entretenimiento. Más aún, parte del financiamiento de estos “Artistas” de Reggueton, proviene del lavado de dinero del narcotráfico. 

Desde un tiempo acá ha venido creciendo el mercado y difusión de esta música chatarra, basura. Así estamos invadidos por radio, televisión, espacios de concierto, venta de CD´s  de estos reggetoneros, que junto a las corporaciones y narcotraficantes, se llenan los bolsillos de dólares que llevan a sus países sin cancelar ningún tipo de impuestos, mientras el creador musical, el talento nacional sale perjudicado y debe estar mendigando la difusión de sus producciones o pagar payola en las radios venezolanas, a pesar de la Ley Resorte de la que se están burlando del modo más descarado. 

No es un prejuicio a priori sobre un género particular de música, no estoy menospreciando su contenido específicamente musical, su calidad musical, esa es una discusión distinta. La cuestión de fondo acá es, además de lo expuesto anteriormente sobre las transnacionales de la cultura y el narcotráfico, su contenido ideológico y cultural. ¿Hay que decirles al Chino Martínez, al Director de  Cultura de la Alcaldía Metropolitana o cualquier otro funcionario del Estado Central o regional que el contenido del reggeton esta lleno de desprecio por la mujer, tratándolas como prostitutas, que ello se hace apología de las drogas, la violencia y la delincuencia, que se empobrece y distorsiona nuestro idioma y legado cultural en cuanto al léxico popular? Tampoco es un caso aislado el de la Plaza Oleary el día de hoy, lo sucedido en el FSM o FMJE, uno observa esto como una constante en los eventos de este tipo y en las producciones “culturales” de instituciones del Estado. 

El camino que debemos transitar es él de una alternativa cultural que se corresponda a la construcción de una nueva sociedad solidaria, socialista, no consumista. Una cultura que reivindique nuestra cultura originaria, latino caribeña y universal con contenidos de auténticos valores musicales, ideológicos y revolucionarios. El cambio revolucionario, el cambio radical y paradigmático es el cambio cultural, donde los valores culturales de los pueblos, los poderes creadores son auténticos y contribuyen a la transformación positiva del ser humano y el respeto a la dignidad e integridad de todos, especialmente de los niños y niñas, jóvenes y mujeres. La cultura transformadora no es la cultura mediatizada, globalizada, esa cultura de los mas-media que trata a los jóvenes como entupidos y denigra la dignidad de las mujeres. Pero pareciera que algunos operadores políticos, ministros, alcaldes, directores de cultura no lo logran comprender.

Pero puede ser que el equivocado sea yo y los “estrategas políticos” “los gerentes culturales” como el Chino Martínez y Robert Galván en la Alcaldía Metropolitana estén en lo correcto y el camino sea el del Reggueton, de la música chatarra, de Erika De La Vega y Luis Chatain, del Mis Venezuela, de Aprieta y Gana. Emulemos entonces toda esa porquería y emulemos la campaña de Rosales y entonces en correspondencia con eso, el Chino podría decir, como en las letras de reggueton:

 ¡¿Como están las perras revolucionarias?!

¡Vamos tod@s a perrear!