Rosemberg Sandoval Artista colombiano - Profesor de Artes Visuales y Estética, Universidad del Valle Cali – Colombia http://www.debate-cultural.org.ve/Visuales/RosembergSandoval.htm |
Brigada de Corrección Moral Dibujo Textual (Múltiple y de distribución gratuita) 2005-2006 |
El lanzamiento de las papitas explosivas, para nadie y con exaltación de gesto, aquí en la Universidad y allí sobre la avenida Pasoancho, me parece manierista, sobreactuado, tímido, tierno y obediente. ¿Para qué jugar al terrorismo en un país sin Estado, con mucho miedo, abnegado y en guerra como Colombia? ¿Y por qué vomitar obviedades bizarras en nuestro lugar de investigación, trabajo, comunicación y cofradía? Manchar con aerosol a estas alturas la Universidad, es tan elemental y fácil como hacerlo en la casa donde habitamos o encima del vestido de nuestra mamá, pues esas imágenes fatigadas y con pasado dilatado ya no dicen nada. ¿En dónde está la poética? Si esas acciones fuesen ejercicios de arte, hechos en un taller de performance, les criticaría a mis estudiantes la falta de homogeneidad entre tratamiento e intención, y les haría ver la incoherencia entre el discurso y el método utilizado. Pues uno de pobre no puede darse el lujo de cometer errores, y los cadáveres de clase baja cada vez serán más y más callados. Como artista, como profesor del Departamento de Artes Visuales y Estética de la Facultad de Artes Integradas, y como ciudadano, he sido testigo, como muchos de ustedes, de la pasión, muerte y deterioro moral de nuestro bello país, legitimado por los medios carroñeros y reforzado desde mediados de los ochenta por la mezcla nefanda de delincuencia común, paramilitares, guerrilla, narcotráfico, Estado, Iglesia y su cola de cristianismos de fe, esperanza y caridad, que celebran, asienten, alimentan y gerencian todo ese mierdero (el gran negocio). ¡Ah, claro! Y todos esos grupos de exterminio están activados y muy conectados entre sí por su gusto cursi, ultraconservador y fervorosamente proimperialista. Recuerden que los Estados Unidos fabrican cinco de cada diez armas que se disparan en el mundo, y Colombia es uno de los mayores consumidores de esas armas; es decir, que ellos además de intervenirnos con sus multinacionales, incluida CNN, lo hacen también filtrándose en nuestras Fuerzas Armadas, que funcionan como extensión del Pentágono y además se cagan de la risa viéndonos caer políticamente, económicamente, físicamente, culturalmente y moralmente. Colombia malgasta en guerra 385.000 pesos por segundo, 12 billones de pesos anuales. Si uno lucha, debe hacerlo con inteligencia, con dignidad y con güevas, y en el tiempo y lugar que debe ser. Una acción política puede convertirse en obra de arte, como la que ocurrió en enero de 1979 cuando 350 presos del IRA que se negaron a llevar ropa de presidiarios y a bañarse diariamente dentro de la cárcel de Maze, en Irlanda del Norte, decidieron orinarse en el piso y embadurnar con sus excrementos las paredes y el cielo raso de sus celdas. Esta acción, hecha en privado, puede situarse como una maravillosa performance – instalación de sobrevivencia del siglo XX. O un reconocimiento histórico puede convertirse en fetiche, como el que le hizo el Museo Nacional de Bogotá a la toalla amarilla de Tirofijo, que de manera impecable se exhibe en una vitrina de una de las salas del museo (ese trapo amarillo, especie de sudario, impregnado de historia no oficial, condensa la utopía de un campesino colombiano, un Simón Bolívar contemporáneo, que con su vida y sudor puso en crisis todos los aparatos de poder de la nación, y ha visto desfilar y morir a muchos presidentes y ministros de defensa norteamericanos). O la del 11 de septiembre de 2001, en donde la insurgencia suicida, perversamente religiosa y de la mano de la CIA, le demostró al mundo cómo se hace un "estudio" para una obra de arte en vivo; o mejor, cómo se ejecuta un bello comentario vaporoso y recontextualizado del Guernica de Picasso y cómo se intensifica y agita Splitting, de Gordon Matta-Clark. El Arte está por encima de las ideologías, las certezas y la condición socioeconómica; va más rápido que la sociedad y tiene un .lo de libertad y de actitud política. Es expresión y construcción de una realidad imantada de valor moral. Se reelabora a partir de la historia y se recapitula en nuestro contexto, sin ser historicista. De alguna manera el Arte transpira el lugar donde se elabora y con su carácter pedagógico de salvación y orfandad es lo único que nos permite convivir con la barbarie, con la indigencia, con la locura y con la muerte. El tiempo es lo único que nos puede des-hacer. Hacer Arte desde la marginalidad y con la marginalidad es mi único delito. |