Eloy Tarcisio

Curador y artista  

La idea de la idea. Exposición colectiva

Heidi Aguilar, Soung Shin Choi, Elisa Estrada, Julie Hermoso, Álvaro Herrera, Agustín Hilerio, Carolina Körber, Garbiñe Larralde, Julika Mejía, Elyoenai Ramírez, Luis Serrano, Eloy Tarcisio

Metro Pino Suárez (Línea 2), México D. F., 8 de mayo de 2004

La idea de la idea
Eloy Tarcisio
Por mi raza hablará el espíritu
Academia de San Carlos, 2004

  En el Seminario de elaboración de ideas  partimos de la reflexión acerca de lo que los teóricos del arte contemporáneo dicen sobre la muerte del arte, así como la teoría de un periodo de post-arte, en el que nos encontramos, hemos desarrollado una serie de preguntas como: el arte ¿para qué? (pregunta que ya hiciera Michel Ragon en 1974), así como desvincularnos del mainstream, reducto último de la historia del arte tradicional.

En esta ocasión, en el ejercicio de redefinir el arte, de ver su función en la sociedad y de discernir sobre sus valores de comunicación, los compañeros de la materia, han desarrollado una serie de proyectos de cualidades diferentes que se unen en la posibilidad de replantear el ejercicio de significado, el uso y fin último de la obra en contextos y situaciones diferentes, desarrollando la presencia del producto informativo y su valor comunicacional en una muestra de relación de obra-transeúnte sin intención de ser del otro sino un accidente en el camino. 

“La idea de la idea” es una exposición de ejercicios artísticos en diferentes contextos que tienen como meta última el ser presentados en las vitrinas del metro Pino Suárez, con la intención de ser mostrados a la opinión de las miles de personas que por los pasillos del metro transitan con rumbos que nada tienen que ver con la galería de arte  y que permiten la confrontación directa entre mensaje y receptor, mismo que podrá ayudar al artista a entender el impacto de su trabajo.

 

Julie Hermoso, Buscando a Colón
Buscando a Colón
Julie Hermoso

En un barco fantasma que navega su inexistencia en la mente de todos los que lo abordan en el muelle moneda del gran lago de Tenochtitlan, cada mañana se repite el simulacro: mantenimiento hace su faena, limpia y repara de proa a popa el paso del tiempo que no transcurre. Seguridad cuida que no se muevan de lugar los mástiles, las velas, el timón. La tripulación pasea de un camarote al otro los mapas de tierras prometidas, paraísos artificiales y mundos perdidos que visitarán en  una travesía que no comparten. Y Colón, l capitán alucinado nunca se encarna, los atemoriza a todos con la idea de su imagen y la firma de sus dictámenes. 

Y aunque Colón brilla por su ausencia a nadie parece importarle, nadie requiere de sus instrucciones, ni siquiera el timonel que jamás sale de sus aposentos. Los constantes, los que nunca se bajan del barco, entretienen su inoperancia juzgándose los unos a los otros bajo el estigma de la diferencia, en función de una masa a la cual deben pertenecer y en base a distinciones particulares de sexo, estatura, color de piel, formas corporales, ideas, sentimientos. Cada uno puede sentirse excluido y excluyentes alternativamente.

Sólo nosotros aprendices de nudos, contadores de estrellas, navegantes de Saturno reclamamos la presencia de Colón con el oscuro objetivo de ponernos en marcha, de tener un destino, de recorrer las costas salubres de otras tierras. De admirar su basta experiencia de viajero, sus estratégicos golpes de timón, sus acertijos  de puerto, su humor de iluminado.

Para ser consecuentes con el entorno global en el que estamos inmersos el proyecto buscando a Colón debe materializarse en forma de guerra de baja intensidad o guerra de guerrillas y las acciones deben incluir la colocación y distribución de panfletos con la cara de Colón, a la manera en que se busca a los  malos en las películas sobre el  “Lejano Oeste”, la elaboración de potes de leche con su foto y  de videos informativos como se busca a los  extraviados en la televisión,  pinta de graffitis, clasificados en los medios de comunicación, radio bemba, etc. Todos los medios de forma y búsqueda tradicionales y todas las innovaciones al respecto: proyecciones de películas como Buscando desesperadamente a Susan, Buscando a Mister Goodbar. Conciertos y/o audiciones de canciones como Buscando Guayaba, de Rubén Blades, etc. Acción final: Exposición de todas las formas elaboradas en la búsqueda de Colón junto al complemento textual.

 

Módulo ambulante
Elyoenai Ramírez

Esta es propuesta de un puesto de ambulantes, en el sentido, de que este modulo se convierta en dos cosas, una pequeña tienda y, potencialmente, un objeto de arte urbano.

Por medio de una arquitectura de espacios penetrables que se relacionará con contenidos vivientes y crecientes en una cultura actual.

Siendo este un elemento de interacción entre el público y el objeto de arte buscando que el público interactúe y entre en el objeto artístico, proponiendo que no sólo sea una pieza de arte si no que tenga una función para la comunidad.

Este módulo será para el público en general y podrá ser situado en plazas parques y jardines.

Su función es actuar como un agente que despierte el letargo de las  conciencias hacia el deterioro estético, promover ideas para una conciencia posible, que permita modificar a la ciudad en un futuro, cuando finalmente sea esta transformación el resultado de la voluntad colectiva, en contra de la estética que sigue creyendo en que las estatuas es el único campo de acción del arte urbano.

Las abejas ..., en virtud de una cierta intuición geométrica ..., saben que el hexágono es mayor que el cuadrado y que el triángulo, y que podrá contener más miel con el mismo gasto de material.

Pappus de Alejandría

Las abejas construyen sus panales como prismas hexagonales regulares apuntados en el fondo por tres rombos inclinados respecto a la horizontal un ángulo determinado para que, almacenando la misma cantidad de miel, tengan la mínima cantidad de materia (cera); es decir, el área sea mínima.

Es por esto que tomado como concepto del diseño el panal de abejas , como una forma de representar como este módulo aporta algo a la sociedad.

El diseño es una arquitectura del espacio virtual conformada por celdas muy pequeñas, que juntas se parecerán a un panal de abejas. El usuario transitará por esta escenografía de atmósfera irreal y, contemplando "desde afuera" las acciones que se desarrollan en el espacio; podrá "ingresar" y una vez ahí, en determinado momento interactuará con el panal.  

Elyoenai Ramírez, Módulo ambulante
Julika Mejía, Proyecto Mapa

Julika Mejía
Intervenciones urbanas en el Proyecto Mapa
Proyecto Mapa
Julika Mejía

Los mapas, se traducen como opciones de orientación, donde existe un trayecto y una representación del sitio a donde se pretende llegar. El proyecto titulado: “RUTA HACIA LA ACADEMIA PERDIDA” consiste en trazar recorridos que nos lleven a la Academia de San Carlos, institución que tiene un lugar muy importante en el ámbito cultural, histórico, y social dentro de la cultura mexicana, para entonces poder cuestionar el concepto de la cultura representada en la institución oficial y la cultura por parte de los grupos sociales que le aportan identidad a un sitio específico.

Este recorrido se compone de dos directrices que indican el trayecto:                             

Inicio: ZOCALO CAPITALINO O PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN

Fin: ACADEMIA DE SAN CARLOS localizada en la calle Academia no. 22

Consiste en trazar un trayecto pintado en el piso con la finalidad de crear una ruta que oriente al transeúnte acerca de cómo puede  encontrar el Edificio de San Carlos y de esta manera puedan conocerlo y hacer uso de sus instalaciones, debatiendo su  carácter de institución y de recinto cultural.  Se propone la cultura contemporánea  dirigida hacia una sociedad del consumo. Es decir, la identidad actual de los grupos sociales se manifiesta en cuanto al  uso que los habitantes le dan a sus bienes (háblese de bienes simbólicos y materiales). Y desgraciadamente, la Academia ha dejado de ser la institución cultural por excelencia que solía representar, no solo en el centro “histórico” sino quizá en todo el país.

El ciudadano se ha apropiado de las calles, y ha convertido el centro en un gran mercado.

El proyecto plantea una crítica hacia la apropiación de las calles, y la reflexión acerca de la realidad cultural que se vive. Cuestionando el verdadero papel que tiene la Academia de San Carlos en este asunto.

De manera análoga a los métodos de apropiación empleados por los comerciantes ambulantes, este proyecto pretende recuperar de alguna manera no sólo el espacio sino la atención del pueblo, que alguna vez le perteneció y para lograrlo se utilizará el color como estrategia visual y como código de localización del sitio al que se pretende llegar. De tal manera los colores representan el lugar donde se encuentra el espectador y su significado y orden de importancia será de la siguiente manera:

AZUL.  Se conoce como un color frío y representa sensaciones de calma. El inicio del  recorrido se representa con este color pues será el punto más lejano de nuestro objetivo.

AMARILLO  Se conoce como un color cálido, es un color espontáneo. Representa el punto medio del recorrido y nos pone en aviso de que estamos acercándonos al punto final de nuestro recorrido.

ROJO.  Es un color ardiente, se utiliza para alertar y atraer la atención. Por tal razón se usa en los letreros y el diseño gráfico. Estos colores parecen vibrar dentro de su espacio propio. Por tal motivo representa el objetivo final: la llegada a la Academia de San Carlos.

El espacio urbano entonces, se presenta como una oportunidad de configuración y transformación del arte, debido a que la participación de los ciudadanos es indispensable pues son ellos quienes le aportan valores de pertenencia, así mismo, la función del arte actualmente, esta dirigida hacia la relación directa que el ser humano tiene con el entorno en el que vive.
Nuestra Casa del Arte
Garbiñe Larralde

Dos realidades convergen en la obra que se presenta en este espacio:

1. Las mujeres y lo doméstico

La sociedad patriarcal se ha encargado de señalar que el trabajo doméstico, definido por el feminismo como trabajo invisible, ha de ser realizado por las mujeres porque eso es lo “natural”, “normal” y “lógico”. La división forzada del trabajo (las mujeres en el ámbito privado y los hombres en el público) ha llevado a muchos teóricos del arte a la conclusión de que las mujeres sólo sirven para las tareas domésticas y, por tanto, no para la creación artística. Por todo ello, el espacio de la casa, inserto dentro de la historia de lo cotidiano, ha sido el lugar donde las mujeres han tenido su centro de operaciones a lo largo de los siglos. El universo de lo doméstico relacionado con lo íntimo, las emociones y la vida es el punto de partida de esta obra que en lugar de ocultar la condición de sus protagonistas, les proporciona un tiempo de reflexión y un espacio para la exhibición de sus pensamientos.

2. Las mujeres de la Academia San Carlos

La Academia de Bellas Artes de San Carlos es la primera academia de arte de América y la única fundada en el período colonial. Esta casa dedicada desde 1785, al arte y a la formación de artistas, cuenta con testimonios de la presencia de mujeres en las exposiciones que anualmente realiza a partir de 1849. La Academia de San Carlos es el eje central de una reflexión a partir de la cual, se origina una obra que cede la palabra a diversas mujeres para las cuales este espacio es parte de su cotidianeidad. Las mujeres trabajadoras de la  Academia de San Carlos (institución que contiene una población heterogénea y refleja diferentes estratos sociales: coordinadoras, secretarias, bibliotecarias, intendentes, vigilantes, etcétera), responden a la pregunta “¿Qué es para ti una obra de arte?”, ofreciéndonos diferentes respuestas.

Los dos ejes que se plantean como fundamentos de la obra “Nuestra casa del arte”, muestran a la Academia de San Carlos, tanto como institución encargada de la formación de futuros artistas como espacio doméstico en el que una serie de mujeres desarrolla cotidianamente sus tareas.  Estas mujeres que voluntariamente ofrecen sus pensamientos para la elaboración de la obra, sólo son parte de todas las que deberían estar, pero a ellas quiero dedicar la pieza y mi más sincero agradecimiento.

Gracias a María Eugenia, María de Lourdes, María de Jesus, Leticia, Enma, Lilia, Elia, Elvira, Rosa, Laura, Clara, María Elena, y a todas aquellas que me ofrecieron su apoyo para este trabajo.

 
Garbiñe Larralde, Nuestra casa del arte

Familias ficticias
Carolina Körber

El proyecto consiste en fotografiar en la estación del metro Pino Suárez, a gente cuyos rasgos faciales sean parecidos, sin que entre ellos haya parentesco alguno, para formar con las fotografías obtenidas familias ficticias que habitan la línea azul del metro. Estas familias, con rasgos faciales definidos y muy diferentes entre sí, serán presentadas en forma de árbol genealógico conformado por abuelos, hijos, nietos y bisnietos.

Las fotografías -una toma frontal del rostro- serán tomadas con una cámara instantánea Polaroid One, estarán identificadas con el nombre real de los sujetos, así como su edad y lugar de origen.

El lugar de exposición del proyecto será la línea azul del metro, lo que permitirá al usuario frecuente de esta línea participar directamente en la conformación in situ de la obra -creada fuera del contexto habitual del arte- y reconocerse, pero  con una identidad fantástica y participar de la posibilidad de una existencia imaginaria detentada por un tiempo  y delimitada por un espacio común: el transporte público.

Las fotografías serán tomadas del 1 al 7 de mayo, en el sitio mismo de la exposición, es decir, frente a una vitrina de la estación Pino Suárez, durante este periodo la obra se irá conformando y montando al mismo tiempo, para lo cual se calcula fotografiar aproximadamente a 300 personas, en horas que no  se entorpezca el tránsito de las mismas.