Modesto Emilio Guerrero

Ensayista

emilioguerrero@Argentina.com 

Dos artistas de lo erótico. Kuki Benski y Hugo Martí

Buenos Aires. Restaurante Te mataré Ramírez, Paraguay 4062, desde el 18 de diciembre de 2004

Especial para ARGENPRESS. info, publicado el 19 - 12-2004

Quince piezas pequeñas todas con zapatos encendidamente femeninos taco aguja y un mural de 65 metros cuadrados en un techo. Hombres y mujeres flotan en su despojada desnudez, rodeados de querubines como dios los trajo al mundo. Eso es suficiente expresión para aflojarle el moño a alguna señora de doble moral burguesa. El asunto se hace misterioso si debemos pensar que esa exposición se hace en un restaurante de Buenos Aires llamado nadie sabe por qué 'Te Mataré Ramírez', un nombre que podría significar la amenaza terminal de una esposa cornuda sin remedio.

De esta muestra de arte erótico son responsables dos artistas, Hugo Martí y Kuki Benski y comenzó ayer sábado 18 de diciembre en la calle Paraguay al 4062, en el viejo barrio de Palermo.

La expresión artística erótica es tan vieja como la humanidad que la inventó. Basta recordar que toda metrópoli que se precie de 'culta' cuenta con un museo dedicado al erotismo humano. Sólo el de Barcelona tiene en muestra más de 800 piezas de alto valor historiográfico, compendiando diversas culturas en su expresión erótica tanto ritual-religiosa, como de carácter lúdico. Si la Iglesia católica no hubiese triunfado sobre la civilización occidental, el arte erótico -y el sexo que es su base- no estarían confinados a espantosos museos de cuarentena.

Los dadaístas en 1916, fueron los primeros que trataron de romper esos envases al vacío, llevando el sexo y muchas de las otras condiciones humanas prohibidas, a los lugares de donde nunca debieron salir.

En alguna medida, esta exposición de Hugo y Kuki invocan señales dadaístas, aunque ellos no sean de esa corriente. En ella, por el uso de objetos, y en ambos, por la irreverencia ante uno de los dos secretos mejor guardados de la especie humana (según Freud, el sexo y la muerte).

Hugo Martí, Mural, 2004
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hugo Martí, Mural, 2004

Martí, la ironía y la soledad urbana

Hugo Martí es mendocino, allí se graduó en artes. Su abuelo fue artista, pero también su padre y varios de sus hermanos. Radicado en Buenos Aires desde hace años, desarrolla su obra pictórica con paciencia y silencio de cumbre trasandina.

Sus obras normalmente contienen agudas ironías de la vida urbana, cargadas de soledades diversas, un bar, un callejón, una ventana, una línea del horizonte, una noche, una fábrica abandonada, una manifestación.

'Milenium', uno de sus mejores pictóricos, coloca al Hombre de espalda a su propia historia y de frente a un futuro incierto. En ese sentido es un dadaísta de alma.

Su pintura es una sinfonía de silencios, de tonos y matices debidamente encajados en una cromología donde la expresión figurativa sostiene al color y el color al fondo espiritual de la obra.

Hugo Martí es el autor del mural. El mural ocupa todo el techo interior del restaurante. Las figuras flotan sobre un fondo de tonos azulados, grises, amarillentos y violáceos que evocan la formalidad del Berni más dulce, tanto como la sensualidad de una madona del renacimiento jugando con un Cisne entre sus piernas.

Hugo Martí realizó un mural de un valor espacial específico. Sobre él incorporó sus desnudos y desnudas como si tuvieran vida propia, acudiendo a técnicas compuestas -collage, imagen digitada, recorte manual, papel óleo, acrílico- .

Kuki, la de los zapatos eróticos

Kuki Benski ocupa las cuatro paredes del restaurante con sus misteriosos zapatos de taco alto, altísimos tacos, evocadores de la más sugerente y epicúrea voluptuosidad femenina.

Pero es feminidad que asalta, compromete, rotura, cuestiona, subvierte. Es el sexo de la hembra humana simbolizado en uno de sus objetos urbanos más expresivos: La curvilínea y sinuosa sensualidad del taco puntiagudo de un zapato de mujer.

Las creaciones de Kuki trasvasan la pintura, abordan el decorado y formas de escultura. Lo hace con la misma sutileza que sus zapatos, sus lámparas o sus geishas sugieren las sensaciones más inesperadas.

Egresó de la Escuela de Artes de Belgrano en 1979. Junto con Hugo han mostrado sus trabajos en Venezuela, de la mano de la curadora y crítica chileno-venezolana Carmen Hernández.

Kuki recibió el 'Premio Avon 2004' por sus geishas desnudas pobladas de vaquitas y oropeles burdelarios, todo en un vertiginoso ritmo de colores, formas y dibujo orgánicamente compuesto, diseñado con gusto asiático. Usa la técnica del ensamblaje, el collage y la pintura sobre objetos y tela.

Durante la década del 70, sus obras viajaron a la Bienal de La Habana y a una exposición en Berlín. El Museo de Bellas Artes (Buenos Aires), adquirió uno de sus trabajos.

Dos artistas, dos estilos, una sola confabulación citadina contra la cuarentena del erotismo.

 Kuki Benski, Zapatito de oro

Kuki Benski, La Coca Sarli

Kuki Benski, La vaca loca 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kuli Benski, Los anillos de la diosa 

Gacetilla de prensa

MUESTRA HOMENAJE A LAS “VARGA GIRLS”

El próximo sábado 18 el restaurante afrodisíaco Te Matare Ramírez rinde homenaje, una vez mas, al arte erótico, inaugurando los techos de su local, pintados por el artista mendocino Hugo Jose Martí, que rinden culto a las sensuales caricaturas del peruano Alberto Vargas.

Este pintor,  conocido como Varga (1896-1986) fue el creador de las famosas “Varga Girls”, caricaturas femeninas usadas como consuelo y aliento por los soldados en la Segunda Guerra Mundial, publicadas en Esquire y Playboy. El rey del arte Pin Up se inspiró en la bailarina Anna Mae Clift y retrato también a famosas divas de Hollywood, como Greta Garbo y Marlene Dietrich, entre otras.