Quince
piezas pequeñas todas con zapatos encendidamente femeninos taco aguja y
un mural de 65 metros cuadrados en un techo. Hombres y mujeres flotan en
su despojada desnudez, rodeados de querubines como dios los trajo al
mundo. Eso es suficiente expresión para aflojarle el moño a alguna señora
de doble moral burguesa. El asunto se hace misterioso si debemos pensar
que esa exposición se hace en un restaurante de Buenos Aires llamado
nadie sabe por qué 'Te Mataré Ramírez', un nombre que podría
significar la amenaza terminal de una esposa cornuda sin remedio.
De esta muestra de arte erótico son responsables dos artistas, Hugo Martí
y Kuki Benski y comenzó ayer sábado 18 de diciembre en la calle Paraguay
al 4062, en el viejo barrio de Palermo.
La expresión artística erótica es tan vieja como la humanidad que la
inventó. Basta recordar que toda metrópoli que se precie de 'culta'
cuenta con un museo dedicado al erotismo humano. Sólo el de Barcelona
tiene en muestra más de 800 piezas de alto valor historiográfico,
compendiando diversas culturas en su expresión erótica tanto
ritual-religiosa, como de carácter lúdico. Si la Iglesia católica no
hubiese triunfado sobre la civilización occidental, el arte erótico -y
el sexo que es su base- no estarían confinados a espantosos museos de
cuarentena.
Los dadaístas en 1916, fueron los primeros que trataron de romper esos
envases al vacío, llevando el sexo y muchas de las otras condiciones
humanas prohibidas, a los lugares de donde nunca debieron salir.
En alguna medida, esta exposición de Hugo y Kuki invocan señales dadaístas,
aunque ellos no sean de esa corriente. En ella, por el uso de objetos, y
en ambos, por la irreverencia ante uno de los dos secretos mejor guardados
de la especie humana (según Freud, el sexo y la muerte). |
-

- Hugo Martí, Mural,
2004
-

-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
- Hugo Martí, Mural,
2004
|
Martí, la ironía y la soledad urbana
Hugo Martí
es mendocino, allí se graduó en artes. Su abuelo fue artista, pero también
su padre y varios de sus hermanos. Radicado en Buenos Aires desde hace años,
desarrolla su obra pictórica con paciencia y silencio de cumbre
trasandina.
Sus obras normalmente contienen agudas ironías de la vida urbana,
cargadas de soledades diversas, un bar, un callejón, una ventana, una línea
del horizonte, una noche, una fábrica abandonada, una manifestación.
'Milenium', uno de sus mejores pictóricos, coloca al Hombre de espalda a
su propia historia y de frente a un futuro incierto. En ese sentido es un
dadaísta de alma.
Su pintura es una sinfonía de silencios, de tonos y matices debidamente
encajados en una cromología donde la expresión figurativa sostiene al
color y el color al fondo espiritual de la obra.
Hugo Martí es el autor del mural. El mural ocupa todo el techo interior
del restaurante. Las figuras flotan sobre un fondo de tonos azulados,
grises, amarillentos y violáceos que evocan la formalidad del Berni más
dulce, tanto como la sensualidad de una madona del renacimiento jugando
con un Cisne entre sus piernas.
Hugo Martí realizó un mural de un valor espacial específico. Sobre él
incorporó sus desnudos y desnudas como si tuvieran vida propia, acudiendo
a técnicas compuestas -collage, imagen digitada, recorte manual, papel óleo,
acrílico- . |
Kuki, la de los zapatos eróticos
Kuki Benski
ocupa las cuatro paredes del restaurante con sus misteriosos zapatos de
taco alto, altísimos tacos, evocadores de la más sugerente y epicúrea
voluptuosidad femenina.
Pero es feminidad que asalta, compromete, rotura, cuestiona, subvierte. Es
el sexo de la hembra humana simbolizado en uno de sus objetos urbanos más
expresivos: La curvilínea y sinuosa sensualidad del taco puntiagudo de un
zapato de mujer.
Las creaciones de Kuki trasvasan la pintura, abordan el decorado y formas
de escultura. Lo hace con la misma sutileza que sus zapatos, sus lámparas
o sus geishas sugieren las sensaciones más inesperadas.
Egresó de la Escuela de Artes de Belgrano en 1979. Junto con Hugo han
mostrado sus trabajos en Venezuela, de la mano de la curadora y crítica
chileno-venezolana Carmen Hernández.
Kuki recibió el 'Premio Avon 2004' por sus geishas desnudas pobladas de
vaquitas y oropeles burdelarios, todo en un vertiginoso ritmo de colores,
formas y dibujo orgánicamente compuesto, diseñado con gusto asiático.
Usa la técnica del ensamblaje, el collage y la pintura sobre objetos y
tela.
Durante la
década del 70, sus obras viajaron a la Bienal de La Habana y a una
exposición en Berlín. El Museo de Bellas Artes (Buenos Aires), adquirió
uno de sus trabajos.
Dos artistas, dos estilos, una sola confabulación citadina contra la
cuarentena del erotismo.
|
-

- Kuki Benski, Zapatito de oro
|

- Kuki Benski, La Coca Sarli
|
-

Kuki
Benski, La vaca loca
|
Kuli
Benski, Los anillos de la diosa
|
Gacetilla
de prensa
MUESTRA
HOMENAJE A LAS “VARGA GIRLS”
El
próximo sábado 18 el restaurante afrodisíaco Te Matare Ramírez rinde
homenaje, una vez mas, al arte erótico, inaugurando los techos de su
local, pintados por el artista mendocino Hugo Jose Martí, que rinden
culto a las sensuales caricaturas del peruano Alberto Vargas.
Este
pintor, conocido como Varga
(1896-1986) fue el creador de las famosas “Varga Girls”, caricaturas
femeninas usadas como consuelo y aliento por los soldados en la Segunda
Guerra Mundial, publicadas en Esquire y Playboy. El rey del arte Pin Up se
inspiró en la bailarina Anna Mae Clift y retrato también a famosas divas
de Hollywood, como Greta Garbo y Marlene Dietrich, entre otras.
|
|