E. Ramírez

Reportaje y fotografía

Destacados artistas protestan en la inauguración del Salón Exxon Mobil

8 de septiembre de 2005

Tal como estaba anunciado públicamente en el periódico VEA y otros medios impresos, la inauguración del  Salón Exxon Mobil para el martes 6 de septiembre a las 19 hrs. se realizó a todo dar. “LAS AGRUPACIONES "Caracas Latin Jazz Quintet" y "Convenezuela" estarán en la inauguración del "III Salón de Arte Exxon Mobil",[…] en los espacios del Jardín de Esculturas del Museo de Bellas Artes de Caracas. !Una nota!...” También se hizo presente la Agencia Bolivariana de noticias y otros canales nacionales.

Todo iba viento en popa;  la elegancia de los invitados, sus perfumes costosos, la alta costura, los espacios  del Jardín de las Esculturas del Museo convertido en una lujosa discoteca, llena de arreglos florales, velas y mullidos sofás. Una inmensa torta de 4 pisos de un metro de diámetro aprox. Adornaba el lobby a la entrada de los ascensores, y por supuesto un espectacular bar con champagne, whisky, quesos uvas y vinos.

El protocolo y la seguridad alerta, con estricta lista de invitados, donde como anécdota, Alberto Monteagudo se buscaba y el único “Alberto” en la lista esa Alberto Federico Ravel de Globovisión.   

Nuestro Museo de Bellas Artes, el de la Revolución Bolivariana, el de la participación y de la no-exclusión, con su acceso al público ¡cerrado! para servir de salón de fiestas para un evento PRIVADO. Las autoridades del Museo habían abandonado el barco. Nuestro Museo, el de siempre, había quedado en manos de una empresa privada norteamericana: la EXXON MOBIL y su show de “corporaciones en función social”. 

Avanzaba la noche y algo amenazante se agrupaba en las afueras del Museo, eran visibles en un grupo de personas los rostros de reconocidos artistas plásticos: Claudio Cedeño, Aníbal Ortizpozo, Alberto Monteagudo, Edmundo Vargas quienes contaban con el respaldo solidario de Mateo Manaure y Régulo Pérez. También estuvieron presentes artistas jóvenes como Juan José Olavarría, David Cuevas, entre otros, que se nos escapan.

Catia TV, al parecer dateada, se hizo presente para tomar las declaraciones de los artistas y dejar testimonio de una acción que se inició con el intento de ingresar al Museo de Bellas Artes.  

El protocolo y la seguridad les cerraron el paso argumentando que efectivamente, era un evento privado con tarjeta de invitación. Y al más puro estilo “Qué Locura”  no podían ingresar porque sus nombres “…no aparecían en la pauta!”.  “Este es un evento privado”, “no pueden pasar”, “mañana estará abierto para ustedes”, explicaba la encargada de prensa del Museo.     

 

Los artistas decididos a entrar se identificaron, entre los cada vez más fuertes gritos de protesta de los más jóvenes y público que los respaldaba: “¡No, esto es discriminación!” , “¡Exclusión!”, “¡El Museo es público, no puede estar secuestrado por la empresa para sus fiestas..!”  Ante el escándalo, el protocolo y la seguridad pidieron el Carnet del CONAC, para dejarlos pasar. En un momento de debilidad frente a la presión, después de mucha pugnacidad, los artistas ejercieron su derecho e ingresaron para observar con ojos de tristeza la decadente y costosa ambientación de la Exxon’s party.

Una vez finalizados los discursos y premiaciones, se abrieron los pasillos. Los artistas se ubicaron a la entrada de la Sala 2, frente a los ascensores. Allí desplegaron sus pancartas que con textos y dibujos levantando su voz de protes-ta contra la intervención de esta empresa privada en la actividad artística en una institución del Estado venezolano.

Los invitados que salían en grupos de los ascensores miraban sorprendidos y atónitos deteniéndose a leer cada una de las pancartas y  para sorpresa de todos, algunos de ellos expresaron su solidaridad. “No más dólares sucios  en el arte y la cultura venezolana”  “Plan contrabando cero en la Cultura. ¡NO! a la EXXON MOBIL neoliberalista kultural. Señor Ministro: aquí se ofende  la memoria de César Rengifo revolucionario antimperialista” eran algunas de las consignas que se podían leer.

Cuando todos los invitados habían ingresado, los artistas se retiraron dejando sus pancartas desplegadas en el suelo, no sin antes haber repartido volantes donde se reseña la investigación en los medios por qué la EXXON MOBIL, contaminadora y golpista quiere aparecer como una empresa desinteresada.

Al final, declararon que seguirán ejerciendo estas acciones en defensa de nuestra soberanía cultural y artística y contra las “alianzas estratégicas” con el neoliberalismo depredador. Bravo por ellos..!