Carmen Hernández

Curadora y crítica de arte

carmenhernandezm@gmail.com

Nancy Urosa: El cuerpo como paisaje interior

Visiones de retrato y autorretrato. Nancy Urosa. Exposición individual

Asociación Cultural Humboldt, Caracas, 20 de mayo de 2004

"El reino, lo más presente, lo más oculto"
Rafael Cadenas

El trabajo de Nancy Urosa ha desplazado su interés desde una visión sígnica, que concentraba la representación del universo ritual cosmológico, hacia la interpretación metafórica del cuerpo enfermo, y aunque estas vías parecen mostrar dos fases diferentes, en realidad existe un eje en común: la preocupación por el sentido de la existencia en estos tiempos marcados por complejos procesos de globalización dominados por los poderes de la tecnología y el campo comunicacional.

Mientras la publicidad y la medicina han hecho del cuerpo un campo de batalla y han contribuido al diseño de subjetividades modélicas de salud y belleza, el campo del arte registra las metáforas de lo negado: el dolor. En la medida en que el cuerpo ha quedado objetivado como mera forma, como materia tecnológica o como elemento de consumo,  Nancy Urosa exalta su fragmentación e inserta elementos abstractos para aludir a las metodologías que lo ordenan y clasifican –como los registros de las mediciones energéticas de los electrocardiogramas-  que se recontextualizan con imágenes de diverso origen, relativas al universo familiar, alimentario e incluso político. El trabajo de Nancy Urosa transita por la pintura, la fotografía, el video y las instalaciones, combinando en ocasiones todas estas modalidades técnicas con la finalidad de plantear la tragedia del cuerpo cosificado, despojado de los misterios correspondientes a sus memorias particulares.

Podría plantearse que en su sentido crítico, esta artista reclama otra mirada  para comprender la subjetividad, más allá de la visión dual que en el pensamiento occidental marcó diferencias de valor  -entre bien y mal, vida y  muerte, alma y cuerpo- contribuyendo a distribuir lugares de poder que han excluido materialidades simbólicas. La visión contemporánea de la salud versus la enfermedad representa entonces la hegemonía de una concepción triunfalista de la vida como signo productivista en la cual el cuerpo es medido por su apariencia externa. Como contrapartida, Nancy Urosa nos enfrenta a radiografías intervenidas con imágenes poéticas que aluden a la artificial separación entre el ser interior y el ser exterior con la finalidad de estimular  la reflexión sobre las metáforas que, como sujetos sociales, hacemos de la identidad individual.

Nuestro imaginario contemporáneo ha asociado la enfermedad estrictamente con el ámbito médico eludiendo su condición metafórica que constituye subjetividades en el imaginario colectivo de orden moral y estético. La enfermedad puede convertirse en elemento de identificación social, tal como ha advertido Susan Sontag: “Tanto el vestido (la prenda externa del cuerpo) como la enfermedad (una especie de decorado interior del cuerpo) se volvieron tropos por nuevas actitudes ante el propio ser” [1]. En el trabajo de Nancy Urosa no hay distinciones entre lo interno y lo externo. El cuerpo es un paisaje interior que invita a superar la fuerza estructural de la personalización del “yo” y acceder a una visión más integral y capaz de asumir la vida y la muerte, la salud y la enfermedad como estados no absolutos de un ritual en constante transformación.

Notas:

[1] Susan Sontang: Las enfermedades y sus metáforas, Muchnik Editores, Barcelona, 1980, p. 44.

Nancy Urosa, El peso de la culpa

Instalación