Como parte del
estímulo a la producción artística reflexiva de nuestro continente,
la Sala RG presenta la exposición Todo está muy caro del
artista colombiano Antonio Caro, que representa un recorrido
significativo por su larga trayectoria.
La obra de Antonio
Caro ha reflexionado sobre América Latina como una construcción
simbólica desde una mirada contextualizada en “otras” verdades,
aquellas que los discursos oficiales han omitido –como es el caso de
las luchas independentistas encabezadas por el indígena Manuel
Quintín Lame- o aquellas que sobreviven en los imaginarios populares
–los saberes originarios asociados al valor medicinal y alimenticio
de algunas plantas como el maíz, el onoto, entre otras–.
Para Antonio Caro el
arte cumple una función social y por ello, la producción de la obra
va más allá de la creación trascendente de un objeto “único”, según
él mismo ha comentado: “Arte es igual a comunicación. Con base en
ese falso “axioma” he construido toda mi obra”
[1]. Jaime Cerón ya ha
advertido que en este artista: “persiste una actitud de resistencia
o desobediencia a la implantación de modelos culturales, dominantes
desde otros contextos sociopolíticos y económicos”[2].
Esta resistencia coincide con la cultura-rebeldía que Julia Kristeva
defiende como la posibilidad de activar nuevas maneras de
subjetividad, más heterogéneas, que nos ayuden a superar la
tendencia hacia la robotización –porque las personas se han
convertido en un conjunto patrimonial de accesorios con valor
mercantil[3]- para
introducir el principio del placer y la solidaridad. Las prácticas
artísticas concebidas como “resistencia cultural”, a las que se suma
el trabajo de Antonio Caro, se rebelan ante los modelos hegemónicos
normalizadores (con su actual tendencia a la banalidad y la
teatralidad), rechazan la reducción de la obra de arte a un objeto
mercadeable y museable, descontextualizado y reducido a su puro
valor de cambio dentro del mercado de bienes culturales, y
cuestionan el rol de los artistas como “productores de objetos”.
Esta actitud de resistencia subvierte las formalidades que
despolitizan el arte y la cultura como construcción de sentido, y
privilegian el proceso creativo como una experiencia compartida,
vital, con la finalidad de vivir en un mundo mejor. Por ello no nos
extraña que en una entrevista Antonio Caro haya comentado: “Creo que
la última utopía que no se ha derrumbado totalmente es el arte”.
Para este artista, considerado el fundador del arte conceptual en
Colombia, la actitud de resistencia se desplaza desde el campo
institucional hacia lo social, alcanzando diferentes figuras
metafóricas de lo nacional que transitan por la historia y los
imaginarios colectivos hasta los saberes cotidianos. Con sus
propuestas e intercambios, Antonio Caro nos invita a revisitar lo
latinoamericano sin los prejuicios valorativos tradicionales para
reencontrarnos con su riqueza múltiple en lo social y territorial.
Notas:
[1]
Antonio Caro en: Carlos Quintero: “Entrevista a Antonio Caro (1ª
parte)”, Platanal (http://www.platanal.net/entrevistas_1.htm)
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Antonio Caro
trabajando en su obra San Andrés y
Providencia, 1995
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Desechables intocables,
1995
Proyecto Quinientos, 1987-1992
y otras obras
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