Francisco Rodríguez

Sociólogo. Profesor Titular de la UDO (Bolívar)

franciscorodriguez50@cantv.net 

Palestina: el mártir del calvario resiste

17 de abril de 2009

Más de 6 décadas de resistencia a la agresión del estado de Israel permiten pensar en el pueblo palestino como un pueblo mártir. Igual que aquel mártir que hace más de dos mil años, en esa misma tierra palestina fue humillado, denigrado, torturado hasta el delirio y finalmente asesinado por la redención de toda la humanidad. Luego, ya en el siglo XX asistimos al martirio del pueblo judío que terminó en la solución final o holocausto nazi. Esta última experiencia debió de servir de lección definitiva para terminar con esta tradición de martirologio que parece tener este pueblo. Jesús no fue el primero ni el último mártir que murió condenado a una pena tan infame como la que significaba la cruz. Muchos mártires, muchos profetas, mucho mesianismo, mucho imaginario de redención social que finalmente terminaron en la ideología del sionismo. Esta ideología que es un mandato de dominación de los judíos sobre todos los pueblos de la tierra, tiene un origen bíblico porque es una orden dada por el propio Jehová desde el Monte Sión a quien  éste consideraba el pueblo elegido: Israel. El mandato bíblico decía que el pueblo elegido por Dios debía ir por la tierra y dominarla para realizar el propósito divino.

Bien sabemos que el Inconsciente colectivo de un pueblo es el producto de sus múltiples experiencias de lo vivido durante largos períodos de existencia. De tal manera que todos los complejos, representaciones e imaginarios, por más patológicos y enfermizos que éstos nos parezcan,  dependen de ese vivido colectivo que como “bolsa de basura”, los pueblos van arrastrando a través de todo lo largo de su existencia. De esta manera el sionismo israelí se debate entre dos mandatos ancestrales: por un lado, el martirologio como vía expedita para la redención y por el otro lado la orden divina  de “id por el mundo y dominad la tierra y a todas sus criaturas”.

Sin embargo después de sufrir el martirio durante el  tiempo prolongado de las múltiples dominaciones imperiales( Babilonia, Egipto y Roma) y finalmente el holocausto nazi de la solución final, Israel ha decidido tomar distancia del imaginario de mártir, identificándose con el rol del victimario-agresor. De esa manera el martirio es impuesto a otros pueblos como el palestino a quien se identifica con la víctima, argumentando para ello que constituye una amenaza para el estado de Israel.

El estado de Israel, hoy, está manejado por la ultraderecha sionista que en alianza con el estado corporativo norteamericano dominado también por el evangelismo reaccionario fundamentalista, cree que todo el que lo rodea es su enemigo y constituye una amenaza a la seguridad de este estado. El concepto de “espacio vital” de origen nazi que condujo a la invasión del territorio de Palestina en los años sesenta y que terminó con la ocupación de la Franja de Gaza, se inscribe en este modo de pensar. Hoy la Franja de Gaza es un campo de concentración similar a los que el régimen nazi construyó para recluir a los judíos y reducirlos a trabajos forzados.

En consecuencia con esto, el estado de Israel necesita hoy hacerle a los palestinos lo mismo que los nazis le hicieron a los judíos y de esa manera realizar el imaginario sionista de “pueblo elegido” para la dominación de la tierra. Pero porqué se produce esa reacción de destrucción masiva exagerada en este momento?. Tenemos que tomar en cuenta que cuando los fundamentos ideológico-doctrinarios de un estado o clase dominante se ven fuertemente cuestionados por hechos o por la opinión pública (en este caso la opinión pública internacional que ha cuestionado fuertemente a Israel), tienden a producirse reacciones radicales de estos grupos, dominadas por ideologías reaccionarias y ultranacionalistas . Así pasó en el caso de la Alemania previa al III Reich. Tal pareciera que estos grupos de poder al verse fuertemente cuestionados en sus bases ideológicas, sufrieran una regresión hacia formas fundamentalistas de pensar y actuar. Esta patología es la que vive hoy el estado de Israel (no el pueblo de Israel) y en este sentido estamos viendo un patrón de comportamiento tipo “compulsión a la repetición” (que de por sí es neurótico) de toda la historia vivida por este pueblo sometido tradicionalmente a múltiples dominaciones y martirologios. Pero por el otro lado vemos a un pueblo que aún martirizado, resiste, como resistió el “mártir del calvario”.