Mario González Valdés "El Huillimario"

Ginebra

maminigonzaval@yahoo.es

Colaborador y corresponsal de www.clarinet.cl

Chile se sigue considerando especial

10 de marzo de 2007

Como chileno, también en el exterior, en el reexilio...pero sí aún existe, el tema  y proyecto del derecho a voto para nuestros conciudadanos en el exterior es un hecho que puede considerarse positivo. Chile parece que es el único, siempre único, país de nuestro continente y del mundo occidental que no otorga ni da ese derecho a sus ciudadanos que viven fuera de sus fronteras. Si no es el único, debe ser, uno de los pocos,  lo que nos hace de todas maneras, ser un país excepcional. Diferente a los otros. Los otros son otros y no nosotros.

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a sobre ese tema es reconocer, el deber de reconocer la existencia real de alrededor de un millón de chilenos que viven en el exterior...en la ingeniosa e inexistente XIV región, o la XVI... y pueden ser muchos, pero muchos más. 

En el fondo, el derecho o no al voto, no es una cuestión esencial. Es una pincelada o una reforma más  a una constitución pasada de moda, obsoleta  e inmoral. Redactada y hecha para institucionalizar la dictadura y el poder de los clanes económicos. Poder y organigrama que siguen vigentes en la sociedad chilena.

Constitución que fuera de legalizar la represión entregó el país a manos privadas y extranjeras, sin que nadie hasta el día de hoy haya hecho una verdadera investigación sobre ello. Hay que preguntarse, si es ése  el precio pagado por tener el derecho a una transición democrática que lleva 17 años gobernando y 4 gobiernos de la Concertación.

Hasta ahora, no hay  ni existe el menor amago para reemplazarla por una más democrática y más justa, de acuerdo con los nuevos tiempos y a una realidad muy diferente al período que fue concebida, y aceptada por un referéndum  manipulado, condenado y rechazado por el mundo entero y por todas las organizaciones democráticas chilenas.

Y es ésa, la constitución, que está y sigue vigente. Es ésa misma que dió poderes a un régimen represivo. Y se entiende, como se cree, que la carta constitucional es la voz, guía y las reglas del Estado. Institucionalizando sus poderes en manos de una dictadura. El Estado de Chile fue y se hizo parte de esa constitución y todo lo que de ella se deriva.

No en vano, ese Estado, al igual que la dictadura que le representaba y le representa en esa constitución, nunca ha respondido por los atropellos en Chile acontecidos. Atropellos a los DDHH, saqueo de nuestros recursos naturales y entrega del país, entre otras tantas cosas... y a la profunda división entre los chilenos, tanto al interior y al exterior del país.

Han sido algunos jueces que en forma independiente y voluntaria,  a consecuencias de querella presentadas por agrupaciones de DDHH, individuales y colectivas quienes han denunciado e investigado lo que  sucedió en Chile  bajo la dictadura y los límites de la "protegida" constitución.

El Estado Chileno se ha quedado al margen y sin reconocer lo y su pasado. Chile, según la constitución, está y seguiría viviendo en un estado de guerra. La represión y la usurpación de las tierras continúan hacia el pueblo mapuche, parece confirmarlo. Si no es así, todos los chilenos y en especial los que sufrimos y sufrieron los embates de ese Estado represor seríamos  prisioneros de guerra, que lo fuimos, y veteranos de esa guerra declarada por el Estado de Chile  contra su propia población...

Valientes soldados. Osados generales...

El gobierno chileno como parte de los poderes dados por esa constitución, poco o nada ha hecho, salvo alguna u otra reforma que en el fondo no tienen mayor importancia. La constitución sigue siendo la misma y son los mismos los que tienen el control del poder y del país, sobretodo el económico, y el político también. No es el consenso para promulgar y cambiar alguna ley que dirá lo contrario.

 Ese poder, en la realidad tiene mucho más que el simple derecho a voz. Tienen el poder de decidir.

Si el Estado no reconoce y no quiere reconocer la historia reciente de nuestro país, es que estamos andando por caminos demasiado equivocados.

 Las víctimas de ese Estado, todos los chilenos,
esperan un cambio constitucional en Chile. Esperan un reconocimiento...y un perdón.. de lo que a  y en su nombre se hizo. Una compensación justa hacia las principales víctimas de esos atropellos. Si lo han hecho y lo está haciendo  Argentina, Paraguay y Uruguay nos preguntamos porqué Chile hace lo contrario. Chile siempre es único.

No es, ni será la disparatada, por lo tramitadora e inhumana aplicación, Comisión Exonerados, que dirá lo contrario. Ni  tampoco esa  tramposa, escuálida y vergonzosa pensión que otorga la Ley 19.992, la ley Valech, que 30 años más tarde trata de dar una pincelada de humanidad a ese Estado culpable y condenado internacionalmente. Condenado y acusado, aún hoy día, por los atropellos cometidos. 

Hay que hacerse automáticamente la pregunta...Y los años pasados entre el 11 de septiembre de 1973 y hoy día quién los reconoce?  Se prefiere callar, ignorar...olvidar. Es muy caro el alto precio pagado por y para la transición política del país.

 Se acercan los 20 años del plebiscito donde se le dijo No al dictador. Me parece que el tiempo transcurrido desde entonces es ya demasiado largo, Entre esa fecha de octubre de 1988, una sola vez el Estado y el Gobierno chileno, él de la Concertación, se movilizaron en responder en su conjunto, a lo que llamaron violación de la Soberanía  Nacional. Fue para rescatar al tirano, detenido en un gallinero de oro en Londres.

Lindo y doloroso ejemplo de la Solidaridad Nacional.

Tener el derecho a voto en el exterior, de acuerdo, pero no hay que ignorar que también hay muchas otras tareas principales pendientes. Entre ellas el derecho a saber la verdad de lo que  sucede, ha sucedido y pasado en Chile. El cambiar esa antidemocrática constitución que se le sigue manteniendo. Y sobretodo un derecho principal...el derecho a no olvidar.

El derecho a voto para los chilenos en el exterior es un derecho como él de saber la verdad. Cuando se juzgaba al dictador en Londres, se dijeron muchas verdades en su defensa. Hasta el de la implantación de un régimen represivo, apoyado en su... constitución. En Chile, posteriormente, se dijeron otras cosas y el tirano, como se sabe, nunca fue juzgado y su carta magna sigue vigente y casi intocable... y como se sabe, con ella, la " carta manda"  los chilenos en el exterior tampoco existen.

 No olvidar que ya van casi 34 años desde  ese 11 de septiembre y que entre sus innumerables consecuencias están, que alrededor de un millón de chilenos viven en el exterior y  o continúan en el reexilio...y quizás pueden ser aún muchos, pero muchos más.

Palabra de chileno...