Mario González Valdés "El Huillimario" Ginebra Colaborador y corresponsal de www.clarinet.cl |
Chile se sigue considerando especial 10 de marzo de 2007 |
Como
chileno, también en el exterior, en
el reexilio...pero sí aún existe, el tema y proyecto del derecho a voto
para nuestros conciudadanos en el exterior es un hecho que puede
considerarse positivo. Chile parece que es el único, siempre único, país
de nuestro continente y del mundo occidental que no otorga ni da ese
derecho a sus ciudadanos que viven fuera de sus fronteras. Si no es el
único, debe ser, uno de los pocos, lo que nos hace de todas maneras,
ser un país excepcional. Diferente a los otros. Los otros son otros y no
nosotros.
En el
fondo, el derecho o no al voto, no es una cuestión esencial. Es una
pincelada o una reforma más a una constitución pasada de moda,
obsoleta e inmoral. Redactada y hecha para institucionalizar la
dictadura y el poder de los clanes económicos. Poder y organigrama que
siguen vigentes en la sociedad chilena. Hasta ahora, no hay ni existe el menor amago para reemplazarla por una más democrática y más justa, de acuerdo con los nuevos tiempos y a una realidad muy diferente al período que fue concebida, y aceptada por un referéndum manipulado, condenado y rechazado por el mundo entero y por todas las organizaciones democráticas chilenas. Y es ésa, la constitución, que está y sigue vigente. Es ésa misma que dió poderes a un régimen represivo. Y se entiende, como se cree, que la carta constitucional es la voz, guía y las reglas del Estado. Institucionalizando sus poderes en manos de una dictadura. El Estado de Chile fue y se hizo parte de esa constitución y todo lo que de ella se deriva. No en vano, ese Estado, al igual que la dictadura que le representaba y le representa en esa constitución, nunca ha respondido por los atropellos en Chile acontecidos. Atropellos a los DDHH, saqueo de nuestros recursos naturales y entrega del país, entre otras tantas cosas... y a la profunda división entre los chilenos, tanto al interior y al exterior del país. Han sido algunos jueces que en forma independiente y voluntaria, a consecuencias de querella presentadas por agrupaciones de DDHH, individuales y colectivas quienes han denunciado e investigado lo que sucedió en Chile bajo la dictadura y los límites de la "protegida" constitución.
El Estado
Chileno se ha quedado al margen y sin reconocer lo y su pasado. Chile,
según la constitución, está y seguiría viviendo en un estado de guerra.
La represión y la usurpación de las tierras continúan hacia el pueblo
mapuche, parece confirmarlo. Si no es así, todos los chilenos y en
especial los que sufrimos y sufrieron los embates de ese Estado represor
seríamos prisioneros de guerra, que lo fuimos, y veteranos de esa
guerra declarada por el Estado de Chile contra su propia población...
El
gobierno chileno como parte de los poderes dados por esa constitución,
poco o nada ha hecho, salvo alguna u otra reforma que en el fondo no
tienen mayor importancia. La constitución sigue siendo la misma y son
los mismos los que tienen el control del poder y del país, sobretodo el
económico, y el político también. No es el consenso para promulgar y
cambiar alguna ley que dirá lo contrario.
Si el
Estado no reconoce y no quiere reconocer la historia reciente de nuestro
país, es que estamos andando por caminos demasiado equivocados.
No es, ni
será la disparatada, por lo tramitadora e inhumana aplicación, Comisión
Exonerados, que dirá lo contrario. Ni tampoco esa tramposa, escuálida
y vergonzosa pensión que otorga la Ley 19.992, la ley Valech, que 30
años más tarde trata de dar una pincelada de humanidad a ese Estado
culpable y condenado internacionalmente. Condenado y acusado, aún hoy
día, por los atropellos cometidos. Lindo y doloroso ejemplo de la Solidaridad Nacional.
Tener el
derecho a voto en el exterior, de acuerdo, pero no hay que ignorar que
también hay muchas otras tareas principales pendientes. Entre ellas el
derecho a saber la verdad de lo que sucede, ha sucedido y pasado en
Chile. El cambiar esa antidemocrática constitución que se le sigue
manteniendo. Y sobretodo un derecho principal...el derecho a no olvidar. Palabra de chileno... |