Asociaciones de Universidades Grupo Montevideo (AUGM)

Taller de seguimiento de la CMES (París + 5)

Relato General

Universidad de la república de Montevideo, Uruguay

12-13 de junio de 2004

1. En 1998 se definió por la unanimidad de más de 180 países participantes en la Conferencia Mundial de Educación Superior, un modelo de Universidad para el siglo XXI; en el cual el conocimiento se considera un bien social, como surge claramente de los artículos 1,2,6,7,8,9 y 10 de la “Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y acción”. 

2. Los acuerdos de dicha Conferencia han sido asumidos por las universidades de América Latina, como orientaciones y bases esenciales para sustentar la Educación Superior en el continente. Acuerdos que las impulsan a trabajar con criterios de pertinencia y relevancia, indispensables para incorporarse a la sociedad del conocimiento; a aprovechar eficazmente las nuevas tecnologías orientándolas al desarrollo; y llevar adelante proyectos sustentables.

3. Acuerdos que apuntan a la vez a la defensa y enriquecimiento de nuestras culturas,  en el respeto de las identidades y de acuerdo a las necesidades específicas de desarrollo y crecimiento. Todo ello en concordancia con la Declaración Final de la Conferencia Mundial de UNESCO sobre Políticas Culturales, que se celebro en México Julio-Agosto de 1982 y definió, en su punto 1º , lo que 140 países ahí reunidos, aceptaban entender por cultura: “Cada cultura representa un conjunto de valores únicos e irremplazables, ya que las expresiones y formas de expresión de cada pueblo constituyen su manera más lograda de estar en el mundo.”

4. Frente al “Programa provisional” del Meeting of Higher Education Partners (WCHE+5), señalamos lo siguiente.

5. El contexto socio económico de América Latina y el Caribe, en que tuvieron su actuación las instituciones de educación superior desde 1998, estuvo caracterizado por una creciente marginación social, evidenciada por mayor desocupación y creación de empleo informal, incremento de la pobreza y deterioro de los indicadores de desarrollo humano.

6. La educación sufrió, de igual manera, los efectos de esta crisis y la Educación Superior vio limitado su accionar por la falta de cumplimiento de los compromisos asumidos por los gobiernos al suscribir la Declaración Mundial de la Educación Superior.

7. Sostenemos que la educación en general, y la superior en particular, son instrumentos esenciales para enfrentar los desafíos del mundo moderno y para formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el uso compartido del conocimiento y la información. Por ende indispensable para asegurar  el desarrollo social, la producción y la innovación, el crecimiento económico, el fortalecimiento de la identidad cultural, el mantenimiento de la cohesión social, la lucha contra la pobreza y la promoción de la cultura de paz.

8. Estas cualidades, que deben ser satisfechas por el grado de pertinencia y responsabilidad social de las instituciones de Educación Superior, no pueden ser evaluadas por el mercado que toma el conocimiento como un bien transable y no como un bien social.

9. A pesar de las severas limitaciones que hemos señalado, en nuestra región las universidades han demostrado su fiel compromiso a lo establecido en la Declaración Mundial, participando en el mejoramiento cualitativo en todos los niveles del sistema educativo.

10. Son constatables los esfuerzos realizados para ampliar la cobertura educativa y sustentar la equidad del sistema educativo. En esta línea se ha trabajado con los establecimientos de enseñanza de los otros niveles para incrementar la calidad de los estudios y la formación del personal docente.

11. Se han tomado significativos acuerdos internacionales para  mejorar la calidad académica, tanto en el plano interuniversitario (AUGM, UDUAL, ANDIFES, etc.), como en el intergubernamental (Programa de acreditación de carreras de grado de MERCOSUR).

12. Un incremento importante en la cantidad y calidad de la producción científica, un sustancial aumento de la participación de otros sectores de la sociedad en programas de desarrollo y en acciones para valorizar la cultura de paz y el respeto por los derechos humanos, son verificables. Así como un mayor grado de participación regional, que refleja un fuerte compromiso con la construcción de una sociedad menos injusta, exenta de pobreza, hambre, intolerancia, analfabetismo, y respetuosa del medio ambiente.

13. Señalamos asimismo la importante búsqueda de nuevos instrumentos para acercar las acciones de las universidades al mundo del trabajo, a través de actuaciones cooperativas, en redes y con otros organismos del Estado.

14. Todos estos son claros ejemplos de acciones que incrementan notablemente la pertinencia social de las universidades, y que no provienen ni suponen demandas del mercado.

15. La experiencia desarrollada en muchas instituciones de la región, muestra que la enseñanza universitaria se apoya cada vez más en nuevas y más complejas tecnologías, que permiten mejorar significativamente los alcances y la calidad de la educación. Resulta indispensable, sin embargo, evitar que la utilización de estas nuevas tecnologías supediten al sistema educativo a monopolios que puedan atentar contra la soberanía de los estados y el respeto a las identidades institucionales y nacionales. De igual modo, deberá asegurarse que el funcionamiento de verdaderos complejos educativos virtuales, creados a parir de redes regionales, continentales, o aún mayores, tenga lugar en un contexto respetuoso de aquellas identidades.

16. El cumplimiento de estas actividades, no excluye la necesidad de que la educación superior intervenga activamente en los procesos de integración cultural y educativa en la región, para sustentar, en conjunto con otros actores sociales, la integración política y económica de nuestros países.

17. El logro de este objetivo requiere, por una parte, gobiernos que asuman la educación como una gran prioridad social, manteniendo las inversiones presupuestarias adecuadas; y, por otra parte, instituciones de Educación Superior capaces de gestionar su propia transformación, adecuándose a las cambiantes necesidades de la sociedad, para cumplir eficazmente sus funciones y realizar su misión.

18. En el transcurso de estos cinco últimos años ha quedado demostrada la pertinencia de las propuestas de la CMES y de sus objetivos específicos. Cuales son:

· Ampliar el acceso a los sistemas de Educación Superior sobra la base exclusiva del mérito y de la capacidad.

· Mejorar el desenvolvimiento de estos sistemas en términos de pertinencia y calidad

· Reforzar los vínculos entre el conjunto de las actividades de la ES y el mundo del trabajo.

19. En relación con algunos temas específicos, el Taller sostiene:

·  La plena vigencia de la recomendación de la CMES en cuanto a que  cada establecimiento de educación superior debe definir su misión de acuerdo a las necesidades presentes y futuras de la sociedad, considerando que la educación superior es esencial para que todo país o región alcance el nivel necesario de desarrollo económico y social sostenible y racional desde el punto de vista del medio ambiente.

· La Educación Superior es igualmente esencial para sostener una creatividad cultural nutrida por un conocimiento y una comprensión mejores del patrimonio cultural; para lograr un nivel de vida más alto, defender la paz y la armonía, internas e internacionales, fundadas en el respeto a los derechos humanos, la democracia, la tolerancia y el diálogo cultural.

· El derecho de los países en vías de desarrollo de definir autónomamente sus modelos educativos y los esquemas de promoción y evaluación de la educación superior; lo que no impide, de manera alguna, la implementación de esquemas de integración regional, siempre que surjan del consenso de los países interesados.

· En las resoluciones de la CMES relativas a la internacionalización de la educación se destacan los principios de la cooperación internacional sustentados en la solidaridad, el reconocimiento y el apoyo mutuo. En tal sentido, se impulsa una internacionalización respetuosa de la idiosincrasia y la identidad cultural de cada pueblo.

20. Considerando la vigencia de estas resoluciones y de los propósitos formulados, este Taller de Seguimiento reafirma el concepto de la CMES que la Educación Superior es un bien social, y que el acceso a la enseñanza debe estar abierto, de forma totalmente igualitaria, a todos, no siendo admisible ninguna discriminación fundada en consideraciones económicas o sociales. 

21. Del mismo modo, considera totalmente vigente el criterio de que la Educación Superior ha adquirido una importancia sin precedentes en la sociedad, como elemento fundamental para el desarrollo económico y social, cultural y científico.

22. Todo esto adquiere un relieve particular en el complejo panorama social de América Latina, donde la responsabilidad del Estado en el desenvolvimiento de las políticas educacionales resulta irrenunciable.

23. En  tanto bien social, el taller reafirma que la Educación Superior Pública desempeña una función esencial en el equilibrio de las sociedades de América Latina, es fuente de innovación, creación y pensamiento crítico. Todo lo cual es  imposible conciliar con las políticas centradas en el mercado.

24. El taller de seguimiento afirma que estas políticas no pueden encontrar continuidad en el cuadro de un Estado que se reduce y repliega frente al mercado. Para el cumplimiento de las metas de la CMES es imprescindible el compromiso de los gobiernos e instituciones representativas en un contexto de estrecha coordinación con las universidades

25. En ese plano corresponde subrayar el profundo rechazo que suscitan las políticas de la Organización Mundial del Comercio destinadas a favorecer la mercantilización de la Educación Superior con las consecuencias de abandono, por parte del Estado, de las funciones específicas vinculadas a la orientación y dirección en áreas de responsabilidad social y las referidas a la calidad y especificidad de la educación.

26. En conclusión, este Taller considera que la Declaración Mundial de Educación Superior contiene las orientaciones fundamentales para guiar las transformaciones de la educación, y que no es concebible su cambio si no es en el marco de otra Conferencia Mundial de igual rango que la anterior. A lo más podrá aspirarse al perfeccionamiento de las acciones en función de las demandas actuales y futuras de la sociedad del conocimiento.

Equipo de Relatores Generales y Relatores de los Talleres:
Rojas Mix, Miguel
Landinelli, Jorge
Brovetto, Jorge
Ares Pons, Jorge
Galmés, Miguel
Gottifred,  Juan Carlos
Juri, Hugo
Lima, Luis
Marcó, María Angélica
Sabbag, María Amelia
Theiler, Julio