Convenio Andrés Bello |
Boletín de Prensa Pronunciamiento de ministros de Educación, en Cartagena, Colombia Cartagena de Indias, 21 de mayo de 2004 |
MAYOR
IMPORTANCIA A LA EDUCACIÓN, LA CULTURA Y LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN LOS
ACTUALES PROCESOS DE NEGOCIACIÓN PIDEN MINISTROS DE EDUCACIÓN
Cartagena
de Indias, 21 de mayo de 2004 Ministros
de Educación de los países miembros del Convenio Andrés Bello,
suscribieron la “Declaración de Cartagena de Indias”, en
desarrollo del foro “Identidad cultural, educación y tratados de libre
Comercio” convocado con el propósito de analizar el impacto que dichos
tratados tienen en sectores claves de la sociedad como los son la educación,
la cultura y la ciencia y tecnología. En
su pronunciamiento, los ministros de Educación de Cuba, Luis Ignacio Gómez;
Panamá, Doris Rosa de Matta; Venezuela, Aristóbulo Istúriz Almeida y
Colombia, Cecilia María Vélez White, así como los delegados de los
ministros de Educación de Paraguay, Perú, España, Ecuador, Bolivia y
Chile, consideran, entre otros aspectos, que la educación, la cultura y
la ciencia y tecnología de nuestros países, no hacen parte de las
decisiones fundamentales que los gobiernos están tomando o discutiendo en
los escenarios internacionales de negociación. Así
mismo, dicen los ministros, “las decisiones en juego influyen en
procesos educativos, culturales y científicos que impactan directamente
la vida de millones de hombres y mujeres de nuestro continente. Estas
decisiones se ubican e un contexto económico y social marcado por la
pobreza, las desigualdades y profundos problemas de equidad”,
puntualizan. A
continuación el texto completo de la Declaración de Cartagena de Indias. DECLARACIÓN
DE CARTAGENA DE INDIAS
Los
abajo firmantes, reunidos en el Foro “Identidad cultural, educación y
tratados de libre comercio”, convocado por el Convenio Andrés Bello en
la ciudad de Cartagena de Indias, deseamos comunicar a la opinión pública
de nuestros países, las siguientes CONSIDERACIONES: 1.
1. Durante los últimos años, decisiones fundamentales
relacionadas con la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología en
nuestros países, se están llevando a cabo en diversos escenarios
internacionales, como en la Organización Mundial de Comercio (OMC), el
proceso de negociación del ALCA y más recientemente la realización de
tratados internacionales de libre comercio. 2.
2. Fragmentados en los diversos temas de las negociaciones,
la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología no tienen un trato
específico dentro de ellas, sino que se hallan implicados en diferentes
mesas de negociación como, por ejemplo, acceso a mercados, servicios,
inversión, compras públicas y propiedad intelectual, entre otras. 3. 3.
A pesar de esta fragmentación, las decisiones en juego influyen en
procesos educativos, culturales y científicos, que impactan directamente
en la vida de millones de hombres y mujeres de nuestro continente. Estas
decisiones se ubican en un contexto económico y social marcado por la
pobreza, las desigualdades y profundos problemas de equidad. 4. 4.
Existen además serias preocupaciones de diferentes sectores
sociales, sobre las repercusiones que los tratados de libre comercio
pueden tener en la mercantilización de la educación, la pérdida de su
sentido como bien público y derecho humano, el auge de las prácticas de
despojo de nuestra biodiversidad, el uso indebido del conocimiento
tradicional, el distanciamiento de las posibilidades de acceso al
conocimiento, el ahondamiento de la brecha digital y la pérdida
irreparable de identidad y diversidad cultural. 5.
5. La globalización es una realidad irreversible en el mundo
contemporáneo. Cada vez más, diversas áreas de la vida social, económica
y cultural, se inscriben dentro de procesos planetarios. Sin embargo, es
fundamental promover la diversidad de las culturas y el diálogo entre
ellas, la expresión de la propia creatividad frente a la homogenización,
el acceso democrático al conocimiento frente a su monopolio por parte de
unos pocos, la movilidad de las personas frente a las barreras que
excluyen o que estigmatizan. 6.
6. La integración de nuestros países como reto inaplazable, va
mas allá de los acuerdos económicos. Ella tiene que ver no solamente con
la expansión de los mercados, sino también, y principalmente, con el
fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la consolidación de
la convivencia pacífica, la creación de un espacio cultural común
dentro de la diversidad que nos es propia, el crecimiento de la autonomía
en las diferencias y el mejoramiento de la calidad de
vida de todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestros países,
particularmente de los que viven en situaciones de pobreza, desempleo y
exclusión. Teniendo en cuenta las anteriores constataciones reafirmadas durante el Foro, proponemos: a. Fortalecer mecanismos de integración en las esferas de la educación, la cultura y la ciencia entre nuestros países como una vía para defender nuestra identidad cultural y elevar los niveles educacionales y de desarrollo científico. b. Darle la mayor importancia a los temas referidos a la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, dentro de los procesos de negociación en curso y hacia el futuro. c. Promover las condiciones de excepcionalidad cultural como un mecanismo idóneo para promover el respeto y el desarrollo de la identidad y la diversidad cultural, que garantice la autonomía de los estados para definir políticas culturales y educativas propias, apoyar la creatividad, fortalecer los lazos de cooperación y financiación, fomentar el desarrollo de las industrias culturales nacionales y atender preferentemente a las poblaciones económicamente en desventaja y a las minorías étnicas. d. Promover el acceso al conocimiento mundial y a los instrumentos más adecuados para su generación y difusión, garantizar una efectiva transferencia de tecnología y una valoración adecuada de todo lo relacionado con nuestra biodiversidad y el conocimiento tradicional. e. Buscar un equilibrio justo entre el respeto a la titularidad de los derechos de autor y el derecho, a su vez, que tienen todos los ciudadanos y ciudadanas, a acceder equitativamente al conocimiento y la información. f. Promover la participación amplia y democrática de la sociedad en las negociaciones, ya que serán quienes vivirán directamente los efectos de ella. g. Comprometer a nuestros estados y sociedades en el apoyo a la generación de una Convención Mundial sobre la Diversidad Cultural, como la que ya respaldan varios países junto con la UNESCO, que sea un espacio diferente al comercial, para debatir y decidir, de manera consensuada, los temas referentes a la cultura, la educación y la ciencia. h. Encomendar al Convenio Andrés Bello que mantenga el seguimiento a la forma como son tratados los temas culturales, educativos, y científicos-tecnológicos en los escenarios económicos, ofreciendo estudios e información útil sobre el desarrollo de los debates y el análisis los procesos de discusión y sus repercusiones, para que puedan servir de insumo a los Estados y a las sociedades. i.
Finalmente, solicitamos a los representantes de los estados en las
negociaciones y a los diferentes sectores de la sociedad, a resguardar con
celo y firmeza, la riqueza diversa de nuestras culturas, el derecho de
todos y todas a la educación de calidad y el crecimiento de las
oportunidades para una producción creativa de conocimiento. Sólo su
salvaguarda permitirá que nuestras sociedades puedan ser realmente justas
y humanamente sostenibles.
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