Zaida Mujica

zakapuntas@gmail.com  

Bélicos por consecuencias

28 de octubre de 2010

Es verdad, esta es la revolución de los eslogan, nombres bélicos y consignas, ¿alguno de ustedes se acuerdan de las sorpresas aquellas que venían mucho en los cotillones de los cumpleaños de niños?, y que también las vendían mucho en las bodeguitas de los barrios... ¿yo siempre me pregunté porque la llamarán sorpresa?... pero iba como boba a comprar una cada vez que alguien me obsequiaba una monedita, claro entendiéndose que también era lo más barato de la bodega aparte de los fósforos y caramelitos vaquita.  NO SE ME CALLO LA CEDULA … ME HA TOCADO VIVIR LA EPOCA DE LOS ESLOGAN… me toco vivir 40 años de democracia verde y blanca viendo como los cascos blancos y los GN violaban los derechos de la gente de mi barrio, otro eslogan más “La Democracia”, bueno lo cierto es que “nunca me sorprendieron las famosas sorpresas” y nunca había nada adentro… puras pepitas de todos los colores, así veo yo al PSUV, pero no me sorprenden, (socialista, unido y miren lo que está pasando con Sabino el hermano Yukpa, a sabiendas de que entre los indígenas de Venezuela son las únicas comunidades donde se práctica el socialismo y la unión, pero ni de vaina los quieren agarrar de ejemplo), claro partido es partido, este nuevo gobierno promueve o trata de promover una nueva institución autodenominándose “para el poder popular” y allí adentro no hay poder popular, debería haber servicio popular, esto trae como consecuencia que la gente nueva cree que está participando en el poder popular cuando le obedece a estas instituciones, ¿qué tal?, llevando todas las verdaderas iniciativas populares a que se interpreten y las cataloguen como de contra-revolucionarios, opositores y pare usted de contar, solo porque no emanan de la institución, pero el verdadero poder popular está secuestrado por este gobierno.

La Organización no se decreta y el poder popular menos… es chocante cuando uno o una encuentra de modelo todo lo que queremos depurar desde nuestros barrios en las instituciones del estado como un tremendo ejemplo, como que si se la estuvieran comiendo:

Nosotros NO le ponemos nombre de guerra a nada, porque la guerra la vivimos a diario,

Nosotros NO le ponemos el nombre de combate a nada porque las circunstancias nos obligan a seguir combatiendo,

Nosotros NO le  ponemos el nombre de vanguardia a nada porque vivimos a la vanguardia,

Nosotros NO le ponemos el nombre de ejército a nada porque los ejércitos siempre obedecen a uno solo…

Nosotros NO usamos la palabra frente por que al frente siempre van los carne de cañón…y el pueblo llano, humilde y de a pie ya los es lamentablemente,

Y así cada palabrita de esta, les puede estar recordando a muchos hijitos de papá el Play Station que les trajo el Niño Jesús o Santas con todos los juegos bélicos que pueden haber, pese a que ya el Psicólogo se los había prohibido, a nosotros en los barrios nos trae mucho dolor su connotación aunque ya la agresividad en la que vivimos es imparable, ya los medios hicieron su trabajo de disociar a nuestra sociedad, pero seamos autocríticos, los más interesados en el cambio somos los que seguimos comprometidos con esos sueños de equidad que a muchos les suena a paja seca, los que seguimos en nuestros barrios tratando de que entiendan que la transformación no la va hacer un decreto sino la constancia y la perseverancia del trabajo colectivo, Porque me pregunto?

¿De que nos vale llamarnos guerrilla si hemos sido víctimas de las armas y carecemos de ellas para defendernos…?

¿De qué nos vale llamarnos combate si no tenemos fuerza para combatir lo malo que nos acecha, como lo que comemos, como actuamos, lo que asumimos etc…?

¿De qué nos vale llamarnos vanguardia si no sabemos dirigirnos ni a nosotros mismos en muchas de las circunstancias?

¿De qué nos vale llamarnos ejercito si no defendemos a ningún pueblo sino un bozal de arepas?

¿De qué nos  vale llamarnos frente si no tenemos visión para ver como se cuela el enemigo en nuestro gran proyecto de cambio?.

Por eso esta reflexión de las sorpresas que nunca me sorprendieron por que nunca pude ver realmente como me iban a sorprender… ¡es decir me quede esperando la acción!…