Rafael Febles Fajardo

rafaelfebles@yahoo.com

La calle del medio

septiembre de 2010

En la calle del medio, donde suelen caminar los seres dignos. No hay lugar ni espacio posible para irreverentes, las vacilaciones no existen como de ninguna manera las traiciones, todo absolutamente todo es frecuencia de verticalidad, no nos imaginamos a otros que tan fácilmente la frontera muy visible, los hace vulnerables, ellos son los que andan en espacios carcomidos por el germen de la mentira y el ostracismo social. 

En la calle del medio solo caben los patriotas de hueso duro de roer, los comprometidos de alma y cuerpo, los que con la utopía a cuestas, sueñan y cantan con el futuro y la esperanza, esos mismos que doblegan la espada ajena, la que no tiene punta que brilla, la que  acribilla, la que huye  del amor y la inclusión. 

En la calle del medio están los que ayer lucharon y no se han rendido, los que mantienen en sus bóvedas de vida la rectitud hecha constancia, los que hoy ofrecen como antes sus esfuerzos y vida por la patria que nunca verán, los verdaderamente revolucionarios, es decir la esencia misma de la vida transformada en compromiso eterno. 

En la calle del medio, no pueden pasar los impuros de alma, los engañadores de oficio, los que ayer vilipendiaron la patria, los que hoy horadan la patria bajo la más feroz entrega al foráneo, al invasor invisible, al culpable del alma innoble, al fraticida inocente a veces, al que odia sin motivo, al que no tiene motivos por no tener nada, al desenfrenado hecho de horchata, al melancólico de recuerdos de entrega, al triste de vida triste, al que renuncia a la patria sin renunciar a ella, al que entrega sus hijos en brazos de la vileza, en fin, al que no tiene corazón de patriota, al que no le duele el dolor ajeno, al que hace mutis frente a la injusticia, en todo se resume que el norte de la frontera patria se extiende hacia arriba sin limites y abandono de coordenadas. 

La calle del medio es igual a la renuncia de privilegios, de abandono del ser burgués, de la asunción de la igualdad social, de la igualdad de género, del compartimiento del bien material, del apartado del egoísmo funcional, de la envidia social, del ser por encima del tener. 

La calle del medio, no es vitrina de cuerpos para la exhibición, no es camino del andar sin pensar, de recorridos furtivos, de banalidades culturales, de palabras vacías, de estereotipos sonrojados, de canaletes de viaje, de tarrayas sin huecos, de propaganda maligna. 

La calle del medio es recorrido para la vida, es encuentro de futuro, es esperanza y buenos presagios, es el amor en la lucha diaria, es el combate de las nuevas generaciones.