Ever Morillo

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La conciencia del ser colecto y la ideología socialista, esencia transformadora del  proceso revolucionario venezolano

26 de octubre de 2008

La conciencia es un don del ser humano, que se manifiesta  ya sea en el individuo o en el colectivo. Le otorga al ser humano el sentido de “sí mismo”, y por lo tanto sentirse diferente del entorno que lo rodea, tener identidad, y de allí la libertad para fijarse propósitos en su vida, para poder actuar más allá del llamado de sus instintos: alimentarse, reproducirse y en general preservar su integridad física. Y en ese “darse cuenta”, producto de la reflexión que  hace del “aquí y el ahora”, es decir sobre los eventos que acontecen a su alrededor y la capacidad propia para actuar sobre ellos, ayudado por su capacidad de memoria y observación, evalúa esas situaciones externas, la evolución que han tenido en el tiempo, prevé las consecuencias que tendrán en el futuro  y toma decisiones en busca de lo que se ha propuesto lograr. 

La capacidad de memoria y reflexión que tiene el ser humano no solo se circunscribe al ámbito del logro de sus necesidades de supervivencia, sino que le permite reflexionar sobre el sentido de nuestra existencia en el mundo, lo que hemos llamado “Fisolofar”. Y de allí ha venido construyendo  “Doctrinas” e “Ideologías” para explicar esas interrogantes que se plantea al reflexionar sobre su relación con el universo y el origen de este, la naturaleza de la vida, la condición humana, su existencia y su trascendencia . Esas doctrinas e ideologías se convierten así en el marco general de referencia que utiliza el ser humano para actuar en cualquier situación de su vida, expresados en su forma más general en principios y valores.

Como seres humanos, estamos altamente influenciados por  el sitio y el momento histórico donde y cuando nacemos y la clase social a la que pertenecemos. En cada momento histórico, espacio y clase social  donde nacemos, pertenecemos y nos desarrollamos, impera una cultura, que nos transmite creencias, costumbres, principios y valores, sin dejar de reconocer la influencia que puedan tener las culturas de otros espacios geográficos, y aun las de otros tiempos,  la cual podemos asumir parcial o totalmente, seguidos por nuestro sentido de libertad como humanos.

La conciencia, como dijimos, le da al ser humano el sentido de libertad, y cuando esta actuando como ser político, es decir, haciendo arreglos para determinar su ser social, se plantea para su futuro una “situación deseada” que la expresa en fines y objetivos a lograr, así mismo la conciencia le permite evaluar las condiciones de la “situación actual” en que se encuentra el colectivo para alcanzar la situación deseada.

Y ese darse cuenta de la brecha entre la situación actual y la deseada, surge en el colectivo una tensión creativa que lo obliga a actuar, pero vista la complejidad del entorno donde se desenvuelve, previamente reflexiona al respecto, buscando la mayor asertividad en lo que se ha propuesto, y a este efecto define lineamientos generales para orientar la acción en términos de políticas, estrategias, y de ellas deriva planes, programas y proyectos de trabajo, respondiendo así a las preguntas del que, el como, el cuando, el donde,  el con que, el con quien y el para quien de su hacer productivo. Todo esto en el marco de una ideología o filosofía de vida y de gestión como conjunto organizado de ideas políticas, jurídicas, económicas, morales, religiosas, artísticas y científicas que intentan dar una explicación orgánica de la vida dentro de la sociedad y que comparten la mayoría de los miembros del colectivo.

Las ideologías se han desarrollado en el devenir de la historia de la sociedad dentro de dos grandes tendencias, las conservadoras y las transformadoras. 

Las ideologías conservadoras justifican la organización social existente para mantenerla. Están al servicio de los intereses de las clases dominantes, defienden su poder político, económico y social y justifican la sumisión de las clases dominadas. Las ideas conservadoras tienen mayor fuerza durante los períodos de estabilidad socio política, por el contrario, las ideologías transformadoras surgen cuando la clases dominadas toman conciencia de su situación de explotadas, esto suele ocurrir en los procesos de crisis sociales cuando la ideología dominante por cualquier razón se debilita y esto permite el florecimiento y la divulgación de las ideas transformadoras. Éstas se dividen a su vez en dos grupos: 1.- Las tendencias reformistas que pretenden un proceso de reformas en el sistema sin cambiarlo y 2.- las tendencias revolucionarias que buscan cambios radicales en la estructura del sistema y su sustitución por otra.  

Actualmente a las ideologías se les denomina también paradigmas sociales. El núcleo del paradigma social es un sistema de creencias por ejemplo: “yo soy pobre, no puedo hacer nada para superarlo, siempre fue así y siempre será así, siempre habrá ricos y pobres”. Esa creencia se mantiene a través de los siglos, porque los grupos dominantes le cuentan al pueblo historias del pasado remoto que describen sociedades donde siempre fue así y cuando le hablan del futuro le muestran sociedades ricas y pobres, gente viviendo en medio del lujo y otras pasando hambre. La persona que cree esto tiene dos alternativas, o acepta pasivamente ser pobre, o trata de ser rico explotando a los demás. No puede imaginar una sociedad de iguales. Esas creencias a su vez va a determinar lo que percibe, lo que piensa, lo que siente, lo que dice, con quienes se relaciona y como actúa y todo eso va a reforzar sus creencias. 

En la época actual se esta produciendo una confrontación entre el capitalismo neoliberal o neoliberalismo liderizado por EE.UU. y un neosocialismo o socialismo del siglo XXI, liderizado por la sociedad venezolana en la cabeza de su máximo dirigente Hugo Chávez Frías. Esta confrontación ocurre en medio de una crisis del capitalismo.  

La historia de la cultura occidental y su influencia en el sistema de creencia, principios y valores que comparte la sociedad venezolana

La sociedad venezolana está altamente influenciada por la cultura occidental, introducida e impuesta a la fuerza por los conquistadores españoles a los nativos originarios de esta latitud de la tierra y a los esclavos traídos del África ubicados en América , y posteriormente por los imperios ingleses y norteamericanos, en la medida que fueron imponiendo en nuestro país y el resto del mundo, después de la Revolución Francesa, el sistema económico capitalista, con la complicidad de los políticos locales, asociados a su proyecto político, económico y cultural de dominación mundial. Todo este proceso colonial destruyó en gran medida la identidad y la cultura de nuestros indígenas y la población africana traída como esclavos al continente americano.

La influencia cultural del mundo occidental en nuestro país y en todo el continente americano, determina y explica en gran medida la conciencia individual y colectiva que manifestamos actualmente. Las raíces de la cultura occidental provienen de la cultura judía y griega.

La cultura griega antigua, a través de pensadores reflexivos y racionalistas sobre el ser, el conocer y el obrar de los seres humanos (siglo IV al siglo I,  A.C), documentan y nos trasmite el método lógico dialéctico, el método socrático de confiar en nuestra propia sabiduría y al respecto su método de hacernos preguntas hasta dar con las respuestas finales, y la discusión racional y el dialogo para alcanzar el conocimiento; también  los principios de la estética, la ética y las reglas de la moral para orientar la conducta humana que debe expresarse en la actuación virtuosa, razonable y equilibrada como máxima expresión de su sabiduría, sin embargo nos impone culturalmente la división entre el cuerpo y el alma del ser humano, en contraposición al concepto de unidad total armónica y solidaria entre los seres humanos, y estos con la naturaleza y el universo, el cual si estuvo presente en la cultura asiática, india, africana e indígena, previa al periodo en que vivieron los filósofos griegos; así mismo sienta las raíces del pensamiento racional con la lógica aristotélica como el instrumento básico de esté para la creación del conocimiento, que configuro el modelo sobre el cual se desarrollo el racionalismo y la ciencia  a partir del siglo XV hasta nuestros días.

La cultura judía, trasmitida a través del nuevo y viejo testamento, nos inculca la  creencia del pecado original cometido por los primeros habitantes, padres de la humanidad, al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal,  y castigado con la expulsión de la humanidad del jardín del Edén y su sujeción a la muerte, la enfermedad y el trabajo. De acuerdo con algunas interpretaciones cristianas, el castigo daño de manera perdurable la naturaleza humana de Adán y Eva, así como la de todos sus sucesores. La universalidad del castigo a partir del pecado original se sostiene con textos tomados de san Pablo, para el cual el individuo o la humanidad requiere obtener la salvación del juicio de Dios, sinónimo de “ir al cielo” después de la muerte en un plano espiritual superior a la vida terrenal, para unirse en un sólo cuerpo místico con Cristo. Esta interpretación filosófica religiosa de la existencia del ser humano que desmaterializa la realidad, le restringe casi en su totalidad la capacidad para plantearse un plan de vida terrenal, y hace que su energía vital se canalice en actos diarios de obras  y actos de fe, bajo la  orientación y supervisión de la clase sacerdotal, y de esta manera poder alcanzar su “salvación” en el paraíso terrenal, con ninguna garantía de que así suceda ya que solo será posible si la voluntad de Dios se lo concede. Y cualquier manifestación de su ser para la satisfacción de sus necesidades corporales y la canalización terrenal de sus actitudes y aptitudes intrínsecas a su ser, como la amistad, el descanso, la recreación, la creatividad, el arte, entre otras, las considerara como una carga pecaminosa que debe reprimir sin vacilación  ante el temor que aumente la deuda heredada.

En esa búsqueda del ser humano de la salvación el cristianismo, introdujo una nueva concepción ética, compatibles en la actualidad con los del pensamiento bolivariano y las corrientes socialistas, que consiste principalmente en la importancia básica del sentimiento del amor, la caridad (solidaridad) y la igualdad entre los seres humanos por ser todos hijos de Dios, creados por El por un acto puro de amor , que fue practicada por los primeros cristianos, del que carecieron la concepción griega de la antigüedad, que fueron clasistas y eminentemente racionalista, que hicieron el brillo de la razón, pero también su frialdad.

Después de Aristóteles, todo lo explorado por la cultura helénica permaneció sin cultivar durante siglos. El Imperio romano, mas ocupado por el poder y la conquista de territorios, retraso la evolución filosófica durante mucho tiempo, y tras su declive y posterior caída, la supremacía de la Iglesia católica convertida en poder político y espiritual a partir del 400 DC, al ser adoptado como religión oficial del Imperio romano, y de allí en adelante, hasta nuestros días, se convirtió en Iglesia católica romana, y empezó a ejercer un control absoluto sobre el pensamiento europeo. La inmensa mayoría no sabia leer; el pueblo llano escuchaba la interpretación oficial de las escrituras que regían sus vidas, pero no tenía acceso a ellas. Toda disidencia estaba prohibida. Sin libertad de pensamiento, la filosofía no teológica detuvo su marcha. La capacidad humana de reflexión y el escepticismo se restringieron. La teología exige la fe, y la filosofía ejercita la duda, campos por supuesto incompatibles. La iglesia cometió muchos errores: el juicio a Galileo, la Inquisición, el Índice de Libros Prohibidos ( El Leviatán de Hobbes, Obras completas de Freud, El Origen de las especies de Darwin,  libros de Aldous Huxley, James Joyce, Bertrán Russell, entre otros),

El Renacimiento y el Humanismo marcan el fin de la edad oscura impuesta por la Iglesia católica romana, favorecida por la emigración hacia Europa Occidental de sabios griegos, debido a que el imperio bizantino estaba siendo asediado por los turcos (Siglo XIV), muchos de ellos buscaron refugio en Europa Occidental, llevando con ellos textos griegos, promoviendo la difusión de la cultura, los valores y el idioma griego. El humanismo fue un movimiento fundamentalmente ideológico que se inicia para contraponerse a los estudios teológicos y escolásticos unidos al estudio de las letras clásicas. El Humanismo propugnaba, frente al teocentrismo de la teología escolástica, el antropocentrismo, consideración de que todo gira en torno al hombre, y una formación íntegra de esté en todos los aspectos fundada en las fuentes clásicas grecolatinas. Se desarrolla un profundo y variado movimiento filosófico, de las ciencias ligadas al espíritu humano y de las artes; se ve como legítimo el deseo de fama, gloria, prestigio y poder (El príncipe, de Maquiavelo); el comercio no es pecado y el Calvinismo glorifica el dinero como señal de que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja.

A estos inicios del quiebre de la hegemonía teocrática en el siglo XV, le siguieron el racionalismo en los siglos XVI  y XVII,  y la ilustración en el siglo XVIII, cuando apareció en contraposición al Ahsolutismo. El racionalismo es una corriente filosófica que afirma que ciertas ideas morales primarias son innatas a la especie humana; acentúa el papel de la razón en la adquisición del conocimiento y se vale del método lógico-matemático para explicar los razonamientos y del empírico para confirmarlos. La Ilustración fue liderada por un grupo de intelectuales europeos, cuyas ideas se extendieron a América,  cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía. Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones: Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución Francesa, así como el auge del capitalismo.

Sin lugar a dudas de los filósofos antiguos griegos y de los movimientos que surgieron en Europa a partir del Siglo XV, comprendidos en la “Edad de la Razón”, con la aplicación del método lógico-matemático, inculcaron en la humanidad la cultura  de la predictibilidad y la inefabilidad en las predicciones, que si bien ha servido de base para el avance del cientificismo extremo, la súper especialización y los avances tecnológicos de lo cual se ufana la civilización actual, por otra parte introdujeron el pensamiento fragmentario que aun prevalece en la conciencia individual y colectiva del mundo actual, y con mayor acento en el occidental, que por otra parte nos ha fragmentado también la mente y transfigurado los sentimientos que para esa ciencia formal, no forman parte de eso que ellos llaman objetividad. Y en su propio terreno de explicación científica de la conducta de los fenómenos, lo alejo de la comprensión y el estudio de los mismos  desde un enfoque holistico o sistémico) que los estudia como de totalidades organizadas dirigidas al logro de propósitos, actuando en contextos complejos con los cuales tiene relaciones simbióticas, que le permitiera comprender con mayor amplitud y claridad al ser humano, la conducta de las situaciones y eventos ocurren a su alrededor en su relación con los fines que se plantea, en vez de solamente estudiarle con enfoques fragmentarios o funcionalistas, lo cual ha ocasionado grandes fracasos al modelo de predictibilidad científico.

El pensamiento racional que se desarrollo partir del siglo XV, que ha sido llamada edad moderna o edad de la razón, en la cual han prevalecido y se nos han impuesto posiciones de leyes universales e inmutables y cualquier tipo de formulas aun para explicar la conducta humana: la inteligencia, el odio, el amor y la felicidad. Y en el plano del colectivo, los patrones del progreso económico y la riqueza social como producto de la competencia entre los seres humanos, todo esto sin negar que en el universo coexisten las relaciones lineales que permiten la predictibilidad para el comportamiento de los sistemas que se rigen por las leyes de la microfísica y los sistemas mecánicos, así como las no lineales que operan de acuerdo a los principios complejos como lo son por ejemplo, la teoría del caos, la teoría de las catastrotes, la teoría de los enjambres, la teoría de la simultaneidad, la teoría de las estructuras disipativas, la bioética global, el cerebro triunico, la psico-neuro-inmunología, el pensamiento de la postmodernidad, entre otras.

Es importante destacar que previo y paralelamente al periodo de los antiguos filósofos griegos, la cultura india, china, indígena y africana cultivaban modos de pensar de gran sabiduría para el vivir y con un enfoque no fragmentario en la relación cuerpo, alma, naturaleza y cosmos. La enseñanza de estas culturas fueron banalizadas por las clases dominantes del mundo occidental y consideradas  productos de pueblos incultos y poco desarrollados, y a pesar de ello, numerosos miembros de la sociedad en su propia percepción y apreciación ha venido asimilando las enseñanzas, métodos y prácticas de estas culturas milenarias, (desvirtuadas cuando el capitalismo las trata como mercancía),  motivados por la necesidad de encontrarle un sentido a su existencia en la civilización donde viven, que no les da respuesta al respecto, al plantearse la obtención y acumulación de bienes materiales como propósito básico de vida personal y social, y la competencia y la rentabilidad del capital como medios para lograrla.

Las filosofías indias (el hinduismo y, sobre todo, una de sus dos ramas heterodoxas, el budismo) hacen hincapié en la naturaleza cíclica de la existencia, en la no permanencia de las cosas, en los efectos intoxicadores del desea y en la importancia del desapego, es la búsqueda de un vivir sin preocupaciones. La filosofía india en general sostiene que deberíamos obrar siempre de todo corazón, con vocación de servicio, y no solo par cosechar frutos que nuestra labor puede dar. El budismo defiende la igualdad moral de las personas pero aboga por la responsabilidad individual, así como por la compasión hacia el prójimo.

La filosofía china gira en torno al dogma fundamental de que todo cambia. No debemos contar con un estado permanente de cosas en ningún aspecto de la vida, y para evitar el desconcierto ante la situación completamente nueva que cada cambio nos trae, debemos esforzarnos en comprender la naturaleza del cambio. A pesar del cambio constante, vemos el mundo como un lugar ordenado. Para comprender como funciona el mundo humano, debemos comprender como funciona el mundo natural y darnos cuenta de las similitudes que existen entre ambos y recomienda vivir en armonía con las leyes naturales. Al contrario de los filósofos griegos no considera que solo el conocimiento sea el camino para la buena vida. La calidad de vida se deriva de la reflexión sobre el deber y la moralidad, la interpretación de la experiencia y la comprensión de los procesos

La civilización occidental en su fase actual capitalista, basada en la competencia, la satisfacción egoísta de las necesidades personales, el dominio, la exclusión y la depredación de la naturaleza está en crisis. El capitalismo, con su enorme producción de riqueza no solo no ha resuelto los grandes problemas de la humanidad sino que los ha agravado. En la época de mayor riqueza del mundo existe:

Un 80% de pobreza en el mundo

15 millones mueren anualmente de hambre

500 millones padecen enfermedades carenciales

35% de la humanidad no tiene acceso al agua potable.

40% de la humanidad no recibe a asistencia sanitaria adecuada.

Hay la amenaza de un desastre ecológico por recalentamiento del planeta.

El agua dulce escasea y se están extinguiendo muy rápidamente muchas especies.

Los combustibles fósiles se agotan y de nuevo se anuncian  guerras por el petróleo.

Los EE.UU. invierten más de 700.000 millones de dólares en armamento al año para controlar las fuentes de suministro de materias primas amenazando a los países soberanos que no se someten a sus designios.

Esta crisis abarca a todo el mundo y eso es un enorme peligro por las guerras y las intervenciones militares con que se defiende el capitalismo, pero también una gran oportunidad. Durante los periodos de crisis es que pueden desarrollarse las ideas transformadoras. 

Proceso histórico político venezolano en el contexto del modelo civilizatorio occidental

La aparición del petróleo constituyó el factor dinámico que transformó el modelo de desarrollo existente en el país desde momento de la invasión europea a nuestras tierras americanas, hace más de quinientos años, cuando se inició un proceso polarizante, donde producíamos excedente económico para ello. Nuestras luchas de independencia se inscribieron en ese proceso de reestructuración geopolítica y cuando culminaron victoriosas, nos encontramos incrustados en la división del trabajo que establecía el capitalismo industrial dominante. Desde 1830 en lo adelante, los sectores que querían constituirse como clase hegemónica no se planteaban la integración al Sistema Capitalista Mundial sobre la base de un desarrollo nacional endógeno, sino la subordinación al mismo, especializándonos como periferia.

El paso de la Venezuela rural estancada, existente antes del advenimiento del petróleo, que producía en ese entonces poco excedente económico, a una Venezuela rentista que distribuiría a través del Estado una inmensa riqueza, generó un contubernio entre los “intelectuales” que asumieron la dirección del Estado en unión de los jefes militares y la oligarquía terrateniente e importadora, que se transformó, dentro del mismo proceso, en industrial-ensambladora-importadora para montar el sistema de enclaves que hoy conforma el sistema económico venezolano y que está en la base de la manera desequilibrada como nos reproducimos socialmente en nuestro territorio.

Así se construyó el Proyecto Nacional de los sectores y clases dominantes, que buscaba la implantación de un modelo de desarrollo articulado con la división del trabajo que el Sistema Capitalista Mundial le asignaba a Venezuela como país periférico y dependiente, fincado en dos promesas que no ha podido ni podrán cumplir: la reproducción social con equidad, justicia y  libertad individual como practica social diaria y permanente. Aún así ese modelo logró el apoyo de la mayor parte del cuerpo social hasta la década de los ochenta en el siglo pasado cuando colapsó.

La estructura institucional pública que se encuentra ahora en proceso de transformación, es la continuación de este juego de fuerzas que conformaron el sistema político, luego de la caída de Pérez Jiménez, que se fue construyendo sobre un pacto político entre elites económicas y políticas,  que se llamó “Pacto de Punto Fijo” .

La oposición política que tempranamente denunció el pacto de punto fijo y las consecuencias que significaba para la construcción de la sociedad democrática, fue violentamente reprimida. La capacidad para distribuir la riqueza proveniente de la renta petrolera afianzó el régimen establecido, a través de una cadena clientelar que giraba alrededor de las organizaciones de intermediación entre la Sociedad y el Estado, las cuales se caracterizaban por tener a lo interno pocos mecanismo democráticos de participación de sus miembros, y consecuentemente se produjo un desplazamiento de los fines para los cuales fueron constituidas. Este comportamiento de los partidos políticos y organizaciones gremiales de distinta naturaleza, se trasladó al Estado, que fue asaltado por intereses partidistas, grupales y gremiales. El resultado fue un poder altamente concentrado en las élites de los dos partidos mayoritarios que, en la práctica, disolvía la división de poderes y el necesario contrapeso entre ellos, desembocando en altos niveles de corrupción y en la distorsión de los principios éticos que deben guiar a toda sociedad.

La relación polarizante consecuencia del Modelo de Desarrollo basado en la concentración del poder para la distribución de la renta nacional se reprodujo en diversos ámbitos de la vida nacional: en la distribución del ingreso, en el potencial de acceso al trabajo, en los servicios sociales, etc. En la dimensión territorial la polarización se expresa en la alta concentración demográfica y de capital industrial no vinculada a los potenciales productivos sino a los centros de distribución de renta. El capital industrial petrolero es de los pocos localizados en armonía con el recurso natural, no así la hipertrofia institucional para su administración y las políticas seguidas por esta industria donde tanto el proceso de “mundialización” como el de “apertura” profundizaron la dependencia y reforzaron la estructura económica excluyente reinante Las instalaciones industriales de mayor capacidad empleadora siguen al patrón extrovertido dominante y se focalizan al ensamblaje y comercio, ocupando espacios entre los puertos de importación y los mercados especializados de mayor ingreso. Las actividades de alto poder empleador son sustituidas por la actividad importadora apoyada en el proceso incremental de globalización impulsado desde afuera. Todo esto ha producido un mecanismo de concentración de la renta que se ha convertido en un círculo vicioso por varios motivos entre los que se encuentran la concentración de la propiedad, la segmentación de los mercados, la inserción dependiente en la economía global y una evolución histórica concentradora de las estructuras de poder.

La administración pública que encontramos en el año 1999 refleja el arreglo y negociaciones conscientes que hicieron los representantes políticos de los poderes públicos desde el año de 1958 para mantenerse en el poder y distribuirse los beneficios del mismo, para lo cual justificaron la creación de tan irracional número de instituciones públicas, en principios administrativos de descentralización y autonomía, para darle agilidad a la función administrativa del Estado. Esto hubiera podido ser aceptado como aceptable técnicamente, si no se hubiese producido paralelamente un deterioro de los procesos de gestión estratégica  para darle direccionalidad, articulación y coherencia a la gestión pública, y racionalidad en el proceso de asignación de recursos y de seguimiento, control y evaluación de su gestión por parte de la sociedad y el Estado. Otro resultado perverso fue una administración pública que no estaba volcada hacia la prestación de los servicios públicos, sino sometida a complicados y engorrosos procedimientos; que tendía a comportarse como un poder en sí mismo, resistiéndose a la participación y el control social; manteniendo estructuras rígidas, inflexibles; y careciendo de una estructura de incentivos que indujera a los funcionarios a actuar con efectividad en la prestación de servicios públicos. Ante estas evidencias, antes de 1998 se hicieron intentos para reformar el Estado, pero estas solo fueron respuestas a presiones sociales, por lo tanto constituyeron solo conceptualizaciones académicas, que quedaron en el papel.

Solo “una ilusión de armonía”, logró mantener durante un tiempo este estado de cosas, pues de una u otra forma, todos recibían o pensaban que podían recibir los beneficios de esa distribución. La crisis de la renta que arranca con el llamado “viernes negro” del año 1983, reduce esa capacidad distributiva, y merma considerablemente las posibilidades de dar respuestas satisfactorias a las demandas de la población, lo que debilita su base de sustentación y hace poco viable su sostenimiento. La ciudadanía comienza a distanciarse del sistema y a buscar salidas diferentes; el régimen, otros caracterizado por una gran afiliación a los partidos mayoritarios, se fue aislando. La explosión social del 27 de febrero de 1989, puso de manifiesto la profunda crisis del sistema; las rebeliones militares del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992, hicieron imposible que el régimen se sostuviera. 

El proyecto nacional Simón Bolívar, propuesta filosófica política para la refundación del estado venezolano

Se imponía, como consecuencia del fracaso de la democracia representativa instaurada en 1958, la necesidad de una nueva institucionalidad, de un proceso constituyente que reconstruyera el poder político, que llenara el vacío de poder que dejaban las elites puntofijistas, que creara una nueva estructura de incentivos que restableciera las relaciones entre el Estado y la Sociedad sobre bases diferentes que, dada la crisis de la renta, no pueden ser ni rentistas ni clientelares. Ahora, deben apoyarse en una economía productiva basada en nuevas relaciones de producción, propiedad y distribución de la renta como de participación protagónica ciudadana en la toma de decisiones; se hace necesaria la construcción de un modelo político-institucional dominado por la ética, entendida como la acción de distintos actores con intereses diferentes, que buscan el bien común de una sociedad, lo que redundará en mayores beneficios para todos.

El fin del proyecto cívico-militar del año 1992 fue instalar el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Varios documentos redactados por el equipo cívico-militar que liderizó el proceso revolucionario confirman esta motivación: “Proyecto Nacional Simón Bolívar, Orientación Filosófica-Política”, “El Árbol de las Tres Raíces”, “¿Y cómo salir de este laberinto?” son papeles que proporcionan elementos para comprender los lineamientos del Proyecto que signará la etapa de consolidación de la revolución que, de acuerdo al Presidente Hugo Chávez Frías, debe comenzar a partir de 2007.

El documento “Proyecto Nacional Simón Bolívar, Orientación Filosófica-Política”  redactado por Hugo Chávez a principios de la década de los 90,   busca construir un sistema fundamentado en los pensamientos de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora (las tres raíces del árbol).

En “el árbol de las tres raíces” se menciona al Proyecto Nacional Simón Bolívar como “una serie encadenada de situaciones dentro de un proceso evolutivo de signo profundamente transformador”. El Proyecto parte de una “situación inicial”, la realidad que vive el país, y finaliza en la situación-objetivo (“aspiración concebible, alcanzable, dentro de un horizonte temporal definido”). El Proyecto Nacional Simón Bolívar “propone la fijación de un horizonte de tiempo máximo de veinte años, a partir el comienzo de las acciones transformadoras de la situación inicial”.

Hugo Chávez ganó las elecciones en 1998. Tomó posesión en 1999. Fue relegitimado en 2000 y volvió a tomar posesión en 2001. La fecha de aplicación del Proyecto Simón Bolívar fue fijada del 2001 al 2021. Sin embargo en el texto se aclara: “el proyecto admite la existencia de una región posible que trasciende el horizonte máximo definido, es decir, ubicada más allá de la situación objetivo y que constituye la razón total del proceso”.

Como posteriormente se incorporó al proyecto inicial la necesidad de atravesar una etapa de transición (cuyo programa fue la Agenda Alternativa Bolivariana), el proceso revolucionario, con Chávez en el poder, recién llegó a la fase de consolidación en el último proceso electoral presidencial (relegitimación), algo que llevó al Presidente a señalar que el Proyecto Nacional Simón Bolívar se desarrollaría, en principio, del 2007 al 2021.

En el documento “¿Y cómo salir de este laberinto?” se añade que el Proyecto Nacional Simón Bolívar se estructurará “en torno a la fusión cívico-militar” (Ibídem, p.142).

Las ideas transformadoras contenidas en los documentos antes citados, fueron convertidas en el año 1999 en propuesta constituyente para la transformación del Estado, la cual fue aprobada, después de la participación y discusión publica, en diciembre de ese mismo año, y posteriormente publica en Gaceta Nacional, convirtiéndose de este modo en el marco político jurídico de la refundación del Estado Venezolano.

Más tarde aparecería el concepto de “Socialismo del siglo XXI”, anunciado por el Presidente de la República en su última campaña electoral, que le dará identidad final al Proyecto Nacional Simón Bolívar, y finalmente su legitimación legal con la aprobación por parte de la Asamblea Nacional del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social para el periodo presidencial 2007-2013, presentado por el Presidente de la Republica en su primer año de Gobierno, el cual expresa el contenido político del Proyecto en metodología de Planificación (objetivos, estrategias y políticas), como orientación para su materialización en bienes y servicios, mediante los resultados de la ejecución de los planes, programas y proyectos. 

El marco político-jurídico de la transformación del Estado iniciado en el año 1998

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

La reconstrucción de la organización del Estado como fenómeno político social,  y no solamente desde un enfoque político administrativo, le da a la organización concebida como un todo, y a los procesos administrativos clásicos de planificar, ejecutar y controlar el trabajo organizacional, el marco natural de referencia que utiliza el hombre para producirlos, a través de la realidad social permanente que construye, sobre la base de la cadena de acuerdos lingüísticos que se van estableciendo entre quien (es) hace(n) una petición o promesa (el demandante), y la otra parte, quien(es) se compromete(n) a cumplirla (el realizador), basados en unas condiciones de satisfacción negociadas entre ambas partes.

En el Estado, el compromiso central lo adquiere el Presidente de la República, como Jefe de Estado (realizador), con la comunidad (demandante), y sobre este acuerdo se teje una red de conversaciones o acuerdos internos entre los representantes de los poderes públicos, en sus diversos ámbitos nacionales, sectoriales, territoriales e institucionales, para generar los bienes y servicios, que al ser entregados al “demandante” (la comunidad) y recibida su declaración de satisfacción, que debe interpretarse también como una legitimación política de la gestión de gobierno, se da por cerrado el ciclo mayor de la conversación, entiéndase de esta forma que las fases de esta conversación mayor igualmente se repiten entre los actores internos institucionales en sus relaciones diarias de trabajo, mientras se van generando resultados parciales en la generación de bienes y servicios, antes de ser entregados a la comunidad, por lo tanto igualmente debe dársele el calificativo de actos políticos a los procesos diarios de trabajo, en el sentido de que ellos deben llevar explícita y concientemente actividades y acciones de preparación y negociación entre las conversaciones que se dan entre los actores institucionales, antes de dar inicio a la realización de las actividades y tareas de producción de servicios. Este enfoque para abordar el trabajo organizacional va más allá del modelo burocrático actual, desarticulante, que estimula a la conformidad con la norma y con la autoridad donde labora el funcionario, para enfocarlo más bien en el compromiso público, y es por lo tanto una poderosa herramienta para facilitar la reestructuración del Estado, y de cualquiera de sus instituciones, si en vez de construir la nueva red de responsabilidades organizacionales sobre el concepto del organigrama, lo hacemos sobre la red de conversaciones y compromisos que se dan entre los actores externos (comunidad política, económica y social) y los actores internos (poderes públicos). 

El compromiso del Estado venezolano con la comunidad para esta nueva etapa de la historia republicana de Venezuela, resultado del proceso constituyente del año 1999, tiene como fin supremo “refundar la nación” a través de los cambios profundos en la filosofía política de gestión pública expresados en los principios fundamentales de la Carta Magna, contenidos en su Título I, y en la garantía de satisfacer los deberes, derechos humanos y garantías constitucionales contenidos en su Título III.

REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LA INSTITUCIÓN PÚBLICA DESDE EL ENFOQUE DE COMPROMISOS Y DE SISTEMAS

 

Estos compromisos públicos, expresados en principios, deberes, derechos y garantías constitucionales, se hacen realidad cuando el Poder Público le entrega a la comunidad bienes, servicios y normas de regulación, que realmente satisfacen sus requerimientos políticos, sociales, culturales, económicos y ambientales para dar solución a las inequidades y desproporciones latentes en la realidad nacional.

Con el contenido de los Títulos I y III de la C.R.B.V., el pueblo venezolana decretaestablecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático” (preámbulo de la C.R.B.V.) 

El Plan de Desarrollo económico y social 2001-2007. Expresión de la nueva visión de Estado plasmada en la C.R.B.V. 

La nueva visión integral de desarrollo del país contenida en la C.R.B.V, sirvió de base al Ejecutivo Nacional para formular su plan de gobierno desarrollado en “Las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Naciónpara el periodo presidencial 2001-2007, presentado por el Presidente de la República a la consideración de la Asamblea Nacional, de acuerdo a lo establecido en el artículo 187 numeral 8 de la C.R.B.V.

El nuevo modelo de desarrollo de la sociedad venezolana tal como lo consagra el documento de presentación de las líneas generales del Plan, fundamenta su evolución en el alcance de cinco equilibrios que expresan las fuerzas y factores que intervienen en la multidimensionalidad del desarrollo nacional, los cuales se constituyen en los objetivos a ser alcanzados, en la medida en que se hagan operativas las estrategias a las cuales responden; estos objetivos y estrategias son: desarrollar la economía a través de la diversificación productiva, alcanzar la justicia social mediante la incorporación progresiva de los sectores excluidos, construir la democracia Bolivariana para la participación protagónica corresponsable, ocupar y consolidar por medio de la descentralización y la desconcentración el territorio, fortaleciendo la soberanía nacional y promover un mundo multipolar. La expresión de estos objetivos en sub-objetivos y sub-sub objetivos, y en el marco de todos ellos, los planes, programas y proyectos que  progresivamente los hacen realidad, por generar los bienes y servicios que consume la comunidad, son todos ellos (políticas, objetivos, estrategias, planes, programas y proyectos), la ampliación estratégica y táctica, en lenguaje de planificación, de los principios y deberes humanos y garantías constitucionales. 

El Plan de Gobierno establece los Objetivos y Estrategias para el primer periodo bajo el mandato de la nueva Constitución, para transitar hacia el Modelo de Nación expresado en la CRBV. 

Cumplidos los seis años de gobierno la sociedad venezolano se planteó una evaluación de los resultados de esta gestión, bajo la metodología que denominó “revisión, rectificación y reimpulso”, la cual dio resultados muy exitosos, especialmente en cuanto a la revisión del logro de los objetivos formulados para los equilibrios sociales e internacionales.

Polo o equilibrio: social 

Disminución de la Pobreza Extrema: año 1998 (20,6 %); año 2007 (9,4%)

 

Disminución del analfabetismo (más de un millón y medio de personas alfabetizadas lo que permitió a la UNESCO declarar para el año 2005 a Venezuela, territorio libre de Analfabetismo) 

Elevación de la tasa bruta de escolarización: preescolar, básica, media diversificada y superior que al compararla la obtenida en el periodo 2005/2006 con la obtenida durante el periodo 97/98, mostró los siguientes resultados

                                           97/98              05/06

   Preescolar                         45,6     vs      60,6

   Básica                               92,0     vs      99,5    

   Media Diversificada             26,9     vs      41,0   

   Superior                            22,5      vs     30,2

13 de los 26 millones de habitantes reciben educación, de los cuales 7,7 millones son niños, adolescentes y jóvenes; 1,5 millones asisten a preescolar (Simoncito) y unos 3 millones son atendidos por las Misiones (Robinsón II, Ribas y Sucre) 

Tasa de Mortalidad Infantil (por cada 1000 nacidos vivos) 1998= 21,4,  2006 =13,9 

Inclusión de Personas con Derecho a Pensiones: 1998= 387.007;  2007= 1.124.612) 

Elevación del empleo formal (F) y Disminución del Informal (I)

1er S 99 (F)= 49 %      vs (I)= 51,o %

1er S 07 (F)= 55,7%    vs (I)= 44,3 %                                                                 

Nivel de cobertura de los servicios públicos para el año 2008

  Electricidad   = 95 % de la Población

  Agua            = 90 % de la Población

  Teléfono       = Disminución de un 20 % de la tarifa de telefonía móvil  (Movilnet)

                         y ampliación de la fibra óptica para sectores de limitados recursos.

Aumento de los servicios de salud dirigidos a los pobres (Misión Barrio Adentro I, II y III) 

Estos exitosos resultados alcanzados en un corto periodo a pesar de las altas cifras deficitarias sobre las cuales tuvo que trabajar el gobierno nacional, nos permitieron igualmente cumplir con las “Metas del Milenio”, acordadas a ser alcanzados a mas tardar el año 2015 por los países en las Naciones Unidades, como fueron la disminución de la pobreza extrema y la cobertura del agua potable para mayoría de la población 

Polo o equilibrio: económico 

La gestión en la OPEP: Precio Promedio Nominal de la Cesta Petrolera (1998;10,57 US $) (2008: 103,00 US $)

El crecimiento del producto a niveles bastante altos (19 trimestres continuos de crecimiento) 2004 (18,3%); 2005 (10,3%); 2006 (10,3 %); 2007 (8,4%)

Disminución  de la tasa de desempleo Ene. 99 (16,6 %) Nov.  07 (6,3 %)

Elevación del salario mínimo real: 1997 (75,o Bs F)  2007 (95,88 Bs. F)

Las obras públicas de apoyo económico y social

La re-estructuración de la deuda pública

El aumento de la recaudación no-petrolera como porcentaje del PIB

El aumento de las reservas internacionales ( de 14.849 MMUS$ para 1998 a alrededor de 37.000 MM US$ para septiembre 2008) 

Polo o equilibrio: internacional

“El Plan de Desarrollo Económico y Social 2007-2013” Primer Plan Socialista

Este documento define el Proyecto Nacional Simón Bolívar en su primer Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación para el periodo 2007- 2013. Y esta nueva fase del Gobierno para profundizar los logros alcanzados por las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001 -2007. 

En este  periodo presidencial se orienta hacia la construcción del Socialismo del Siglo XXI a través de las siguientes directrices.

Nueva ética socialista

Propone  la  refundación  de  la  Nación  Venezolana, la cual  cimienta  sus raíces  en  la  fusión  de  los  valores  y  principios  más  avanzados  de  las corrientes   humanistas   del   socialismo   y   de   la   herencia   histórica   del pensamiento de Simón Bolívar.  

Suprema felicidad social

A partir de la construcción de una estructura social incluyente, un nuevo modelo  social, productivo, humanista  y  endógeno, se  persigue que todos vivamos en similares condiciones, rumbo a lo que decía El Libertador: "La suprema felicidad social". 

Democracia participativa y revolucionaria

Para esta  nueva fase de la Revolución Bolivariana se consolidará la organización social, a fin de transformar su debilidad  individual en fuerza colectiva, reforzando la independencia, la libertad y el poder originario del individuo.

Modelo productivo socialista

Con el fin de lograr trabajo con significado, se buscara la eliminación de la división social, de la estructura jerárquica y de  la disyuntiva entre la satisfacción de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la reproducción del capital.  

Nueva geopolítica nacional

La  modificación de la estructura socio-territorial de Venezuela persigue la articulación interna del modelo productivo, a través de un modelo desarrollo territorial  desconcentrado,  definido  por ejes integradores, regiones, programa, un sistema   de ciudades interconectadas y un ambiente sustentable.  

Venezuela: potencia energética mundial

El acervo energético del país posibilita una estrategia que combine el uso soberano del recurso con la integración  regional y mundial. El  petróleo continuará siendo decisivo para la captación de recursos del exterior, la generación de inversiones productivas internas, la satisfacción de las propias necesidades de energía y la consolidación del Modelo  Productivo Socialista.  

Nueva geopolítica internacional

La creación de un mundo multipolar implica la creación de nuevos polos de poder que representen el quiebre de la hegemonía unipolar, en la búsqueda de la justicia social,  la solidaridad y las garantías bajo la profundización del dialogo fraterno  entre los pueblos su autodeterminación  y el respeto a las libertados del pensamiento. 

Estas directrices representas la orientación general para la acción de gobierno  en sus diferentes ámbitos sectoriales, territoriales e institucionales,  que el documento  va concretando, siguiendo la metodología de planificación, en objetivos a ser alcanzados, estrategias y políticas. 

En el marco de los lineamientos contenidos en el las LGPDES 2007-2013, cada institución publica, formulara sus planes, programas, proyectos y presupuestos anuales y plurianuales,  para alcanzar a través de estos medios, los objetivos fijados en el Primer Plan Socialista.  

El desarrollo del documento que contiene el primer plan socialista del Proyecto Nacional Simón Bolívar tiene como planteamiento central, tal como lo hemos venido exponiendo en este trabajo.