Diego Silva Silva |
¿Cambio de Paradigmas? 8 de enero de 2008 |
Quienes nos formamos como revolucionarios (hablo de mi generación) a finales de los 60 y en la década de los 70, crecimos (biológica e intelectualmente) rodeados por la memoria viva de seres extraordinarios. Muchos murieron de forma atroz, otros heroicamente y otro contingente le alcanzó la muerte en paz con sus dianas. Ellos todos, eran algo así como el pulmón donde respiran los luceros, como el gesto en el momento de un te quiero. Es que cuando un hombre construyó fronteras, ellos alzaron el vuelo para ir sobre ellas y cuando lograron vencer lo imposible, se hicieron de fuego para revivir de nuevo. Hablo de gente eterna, que no conoció edad ni horarios para amar, que tenían como emblema a la felicidad. Francisco de Miranda, el primer internacionalista venezolano y Simón Bolívar, el Libertador, la epopeya del viento en la punta de la lanza de nuestros sueños infantiles. Todavía encontramos vigencia en el pensamiento de Fabricio Ojeda; La Guerra del Pueblo, o Presencia Revolucionaria de Martí. Fabricio, (a quien honramos con una cantata liderizada por la siempre rebelde Gloria Martín) y Argimiro Gabaldón, representan esa imagen de hombre nuevo. Esos que están vivos en el discurso del Comandante Fidel Castro en la oportunidad del homenaje póstumo a la memoria del Che "Cuando nos preguntamos ¿Cómo queremos que sea el hombre nuevo? Contestamos: queremos que sean como el Che". También una larga lista de venezolanos y venezolanas vienen a mi memoria: Livia Gouverneur, Armando, Mario y Leonel Petit, Dora Mercedes González, José Manuel Bravo, Andrés Pasquier, Nicolás Hurtado, Américo Silva, Rafael Antonio Parra, por nombrar solo unos cuantos de los cientos que dejaron sus vidas en este largo recorrido hacia un mundo mejor, hacia una sociedad más justa. Pero también, se manejan paradigmas que proyectaron sus energías transformadoras para aplicarlas en otros campos, que también significan aportes a la lucha liberadora, representando así posturas revolucionarias como creadores; Reverón, Estévez, Rengifo, Guinand, Gallegos y el violentamente intenso Ludovico Silva (una vez más, por nombrar unos pocos). Creemos que todos estos paradigmas nos representan lo más cercano a las identidades individuales y colectivas que conforman la multi-étnica y diversamente cultural Venezuela.
Pero, ¿Cómo queremos
que sea el hombre nuevo en Venezuela? Probablemente ya no es una pregunta
válida para muchos. En este mare magnum de constantes sorpresas, aparece una propuesta de "Amnistía", entendiéndola en su significado etimológico, amnesia, o sea, olvidar. Probablemente "olvidar" con la finalidad de restarle pretextos para marchas y protestas a la cabeza de playa de la derecha, el movimiento estudiantil, que fomentado por la canalla, tomó las calles desplazando al pueblo, que ha sido desmovilizado por una dirigencia cómoda, apoltronada y bien pagada (por no trillar con lo de la corrupción, la ineficacia y el tráfico de influencias). Es así como entonces se descalifica y se tilda a los revolucionarios de extremistas o radicales, cuando en realidad quienes tomaron las sendas del extremismo y/o terrorismo han sido las clases dominantes en su desesperación por la pérdida progresiva del poder político (Golpe de estado, paro petrolero, atentados), a la par que se enuncia una "alianza" con lo que se ha llamado "Burguesía Nacional". Corremos a asomarnos a la ventana de la historia para buscar referentes (nacionales e internacionales) que nos permitan interpretar la complejidad del momento actual y quizás, para tratar de desentrañarlo, los buscamos en nuestra propia historia. Citemos a Fabricio Ojeda:
Y más adelante afirma:
Valdría entonces la pena preguntarse ¿quién tiene realmente el poder en Venezuela?, aún cuando Fabricio escribió esto en otro momento histórico, deja en claro el sentido y valor de las alianzas tácticas que poco a poco, al ir transformando la calidad de la lucha emancipadora, va agregando nuevos paradigmas y asociaciones. Mientras tanto, en nuestra Venezuela Bolivariana de hoy, surgen al parecer, nuevos paradigmas. Como el que afirmó el Presidente Chávez en el Aló Presidente del domingo 6 de enero cuando expresó: "Todos debemos ser como DUDAMEL". |