Carta abierta a Juan Carlos Núñez.
En la juventud uno se crea ídolos que van a marcar el camino que será
después nuestra meta.
Juan Carlos, tu estuviste presente en mi ideal musical desde que te conocí
en el Bloque 3 de
Simón Rodríguez cuando yo tenía aproximadamente
13 años y tú cantabas con el
quinteto vocal que seguía las pautas del quinteto Contrapunto
(lamentablemente no recuerdo su nombre), estaba
en esa agrupación Pepita, malamente fallecida en la
tragedia de las Azores y Carlos Lugo
quien no siguió el camino del arte. Luego te encontré
en Arte de Vzla con Levy Rossel cuando
hiciste la música para el poema Casi 300 palabras
que grabamos en el antiguo canal 5.
Después te admiré cuando junto a Jesús Sevillano
tocaste el piano en el Ratón, esa muestra de
Joropo Tuyero con la cual abriste el sendero a la actual escuela pianista
venezolana. Luego elevaste la salsa a un nivel superior con la música de
"Se solicita motorizado... " Siempre ví en ti un
ejemplo de creador y me
lastimaba cuando con tu evidente decepción me cruzaba contigo por azar.
Tus logros siempre fueron alegría para mi. Pero, hermano, nada te da
derecho a maltratarme a mí y
otros como yo que luchamos y padecemos las mismas frustraciones que
tu padeces. Esa entrevista del domingo pasado no
te hace honor y parece que no te acuerdas de que
la música no es solamente la que tu haces sino
la que todos hacemos. Es verdad que hay cosas
que rayan en lo vulgar pero tienes que especificar porque sino no te
entendemos ¿a que te
refieres cuando hablas de neanderthal? Si el artista no debe
autocensurarse ¿porque amenazas con dejar de
escribir y castigarnos con tu silencio? ¿No fuiste privilegiado en
cierta manera en la cuarta? ¿Porque echas tus excretas en la mesa
donde estamos todos
sentados? La única cultura horizontal que conocí en la cuarta republica
fue la llamada "Operación colchón". Es que tú,
ser culto y elevado, poseedor de conocimientos y experiencias; premiado y
reconocido internacionalmente, ¿tienes el derecho de tratarnos
de esa manera?. Exigir que no se nos pague, que ya basta de
regalarnos el pan y la comida. Dices que conoces
la tenaza del hambre y de la incertidumbre, pero parece
que mandas a los otros a probarla. Esta
revolución es de todos y entre todos haremos que
tome el derrotero debido. No es con amarguras ni vomitando nuestras
frustraciones que nos
elevaremos hasta tu Gran Música. Ni es con ese concepto despótico del arte
que me convencerás. Lamento que tenga que
dirigirme a ti en estos términos pero siento que no
somos merecedores de tus opiniones. Otra cosa, lee el artículo
aparecido en Aporrea titulado A 25 años de la
tragedia del Grupo Madera... de Felipe Mandingo. Espero que
nunca tengas Poder de decisión en un organismo cultural.
Lamentablemente
Pablo García saxofista. |