Oscar José Fernández |
¿Por qué soy revolucionario? septiembre de 2005 |
Saludos amigos; esta es la primera vez que me atrevo a escribir sobre mi experiencia y no sé como salga, disculpen lo malo de ante mano. Creo que la fuerza revolucionaria la he llevado siempre pero es en la adolescencia donde se hace visible, tal vez por el ímpetu de la misma, por la curiosidad o por la necesidad de compartir y de ser comprendido, que es precisamente en ese período que se manifiesta de forma mucho mas clara. De allí que mi revolución la cargo encima desde hace algún tiempo. (queda de parte de los sicólogos sociales analizar si los revolucionarios somos unos eternos adolescentes), de allí que en el liceo y en la Universidad me vi siempre ligado a actividades de protesta y de liderazgo. Sin embargo llegué a un punto en el que mi revolución cambió la piedra por el lápiz y la consigna cantada por la consigna escrita. Tal vez algunos se pregunten por que en mis escritos soy irónico, sarcástico y hasta de agresivo, pero es que la sensibilidad juvenil siempre presente y la sensación de impotencia ante ciertas situaciones, me hacen reaccionar no siempre de la forma más comprensiva y tolerante. Así me pasó cuando fui llamado a ingresar como profesor a UBV; y de la cual fui expulsado bajo el reinado de Magaldy Téllez, (por que para mí Maria Egilda siempre fue un parapeto), el argumento de ese momento fue que en mis escritos no se veía el compromiso con la UBV. Mi familia no entiende como después de desmanes expulsiones y malos tratos yo me sigo llamando revolucionario. Bueno porque no soy revolucionario por un momento circunstancial, por que creo en los procesos de cambio, por que creo que la mediocridad no puede ganar la batalla, y por que sé que Dios premia la constancia. Por todo esto no puedo dejar de denunciar: Si siendo oposición siempre criticamos el Nepotismo y la incapacidad en las funciones públicas, por que ahora lo tenemos que encubrir. “mi compromiso es con la palabra”, y resulta sumamente ofensivo ver como personas que no son revolucionarias sino oportunistas, estropean el sueño de muchos revolucionarios convencidos como yo. No podemos seguir siendo cómplices del desastre. “En este mundo de hipócritas, quién más se vende como agente de cambio, es el más traidor”. Por ello la desconfianza, porque ya hemos visto en el pasado como luchas que creíamos ganadas fueron desplazadas por el enemigo, que siempre vimos afuera. Pero el peor enemigo lo tenemos adentro, y muy adentro (nosotros mismos). Hablamos de amistad y solidaridad, pero estas se acaban cuando se pone en riesgo la estabilidad personal. Pues el compromiso con el cambio no es real. El que te pide sacrificio se muda a una mansión y compra un carro último modelo, el que te dice no hay para ayudarte, se va de paseo para Europa. Por supuesto desde esta perspectiva el pensamiento no vale nada. Y los que escribimos, si no tenemos una estabilidad en alguna institución, entonces tenemos que arañar al aire para escribir un artículo, que por demás casi nunca nos enteramos de si fueron o no leídos. ¿Qué podemos hacer?, bueno creo que en principio cuidar celosamente lo poco que hemos alcanzado, y luchar por llegar cada día mas lejos. “ES CIERTO VENEZUELA HA CAMBIADO, YA NO ES LA MISMA. PERO ESO NO ES SUFICIENTE” |