Oscar José Fernández Coordinador de investigación del PNFE en Aragua Miembro extranjero del Instituto de Estudios de la Complejidad, Brasil |
¿Investigar en el Programa Nacional de Formación de Educadores (PNFE) en la Misión Sucre, Venezuela? 6 de marzo de 2005
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“No somos lo que somos, somos lo que hacemos, para cambiar lo que somos” Eduardo Galeano |
El programa nacional de formación de educadores, está concebido bajo el lema de: “Aprender a aprender, aprender a desaprender y aprender haciendo”. En esta perspectiva el centro de este programa se orienta en el autodescubrimiento a través de la investigación. Pero ¿Cuál investigación? ¿Cómo debe estructurarse ésta? ¿Quiénes deben investigar? Y en definitiva: ¿Para que investigar? La fundamentación ideológico-conceptual que sustenta al programa, es por lo menos en el discurso, de corte revolucionario. En tal sentido el mismo busca romper con las estructuras clásicas de la educación, las cuales no fueron creadas para educar sino para domesticar; para crear esclavos y no para crear ciudadanos; para crear masas sumisas y no nuevos republicanos. La investigación concebida no como metodología Cartesiana-Newtoniana de corte mecanicista; sino como un elemento de corte Holístico/integrativo; que no excluye sino que conjuga, que no divide la realidad en pedacitos sino que por el contrario se fundamenta en el principio de complementariedad propuesto por Neils Bohr; que entiende la incertidumbre de Heinsenberg y aprende a vivir con ella. En resumen una investigación que reconozca la existencia cotidiana desde una óptica compleja, holística, transdisciplinaria, ecológica, popular, trascendente, humanista; y sobre todo comprometida con un nuevo mundo en el cual cabemos todos, y que por supuesto debemos respetar. La investigación no debe estar estructurada desde una visión exclusivamente científico-técnica clásica; pero tampoco debe ser un enfoque anticientífico. En consecuencia la filosofía ecológica ofrece la alternativa de equilibrio que además nos dice que la naturaleza contiene los códigos semióticos(semiósfera) necesarios para armonizar en la(s) investigación(es) propias de esta nueva era de pensamiento. ¿Cómo hacerlo? Con creatividad y con conciencia de que no podemos repetir los mismos errores del pasado. Los estudiantes del programa deben ser investigadores; pero sus guías, los profesores asesores deben dar el ejemplo. En consecuencia el profesor asesor debe ser un investigador. Y no un investigador de una Universidad clásica, sino un nuevo investigador vinculado esencialmente a lo “humano lo demasiado humano”. La investigación no es un discurso es un hacer. Un investigador no se hace con una tesis y/o proyecto de pregrado o postgrado, el investigador debe ser: Curioso Preocupado Convencido Dialógico Hologramático Recursivo Reflexivo Homeostático Diverso y con tendencia transdisciplinaria. Pero un investigador comprometido debe ser además: Solidario Participativo Ético Consciente Integrativo Misionero y sobre todo altamente crítico. ¿Dónde está ese docente, ese investigador? No hay que buscarlo, hay que hacerlo. Ahora; esto no lo harán: 100 lecturas 200 videos 300 CDs 400 eventos. Porque no se trata de contenidos, se trata del reconocimiento consciente del cambio. Si seguimos viendo la forma y no el fondo, nos encontraremos frecuentemente con situaciones como laque sigue: El pasado Viernes 4 de Marzo de 2005 fui invitado como oyente a un evento sobre cultura y educación en un espacio de la asamblea legislativa del Estado Aragua en Venezuela; en el cual participaban como ponentes tres personas entre las cuales destaca la Prof. Lucinda Hernández, quien es Coordinadora regional del programa nacional de formación de educadores en la misión Sucre por parte de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. En el mismo se trataron diversos temas entre los que sobre sale el de los derechos de los niños niñas y adolescentes. Lo curioso de todo, y aquí viene mi crítica, es que en los discursos hablaban de los derechos de los niños niñas y adolescentes y allí había un grupo de niños y niñas que estaban llevando frío y obligados a esperar por mas de 3 horas. Entonces ¿dónde estaban los derechos de esos niños? ¿Se dan cuenta? No son más lecturas ni más discursos lo que necesitamos. Necesitamos aplicar lo que decimos. Necesitamos ser conscientes de nuestro discurso. Necesitamos ser congruentes. Considerando todo lo antes dicho y esperando no sonar grosero me atrevo a solicitar a todos los profesores Asesores del programa nacional de formación de educadores en el Estado Aragua. Sus propuestas investigativas. Y si estos ya poseen algunos trabajos publicados o por publicar desearía una copia en disquete o CD. “Hay que romper la barrera entre el yo y el tú, entre lo pasado y lo futuro, entre el observador y lo observado, porque todo ocurre ahora mismo y en todos. Armonizar diferencias es hacer de todas las mentes una, y esto mejoraría a la humanidad, salvaría al mundo, es decir sería la verdadera revolución” (Facundo Cabral). |