Joaquín López Mujica

Filósofo y músico

j.lopezmujica@laposte.net

Símbolos patrios, reapropiación de la memoria histórica e iconología

julio de 2006

Tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y Ley de Reforma Parcial de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacional, aprobada el 7 de marzo del 2006, los símbolos patrios expresan en su contenido programático, iconológico y heráldico la historia e identidad del pueblo venezolano.

Es por eso que, este conjunto significativo de signos, símbolos y emblemas ideogramáticos no pueden verse de manera estática en el tiempo. Las sociedades avanzan y evolucionan, también  la producción del conocimiento de sí mismas, que genera nuevas unidades culturales mediante las cuales se revitaliza la evocación de los acontecimientos esenciales, las hazañas históricas, las luchas colectivas y los actos fundacionales.

Venezuela está sintonizada con los tiempos de cambio, por eso se ejecutó, en el ámbito legislativo, una Reforma Parcial de la legislación sobre esta materia. En la actualidad, nuestro país experimenta una reapropiación de su memoria histórica y la afirmación de su identidad cultural, en general  de sus principios  y valores fundamentales.

El primer cambio que se contempla en la reforma parcial de la Ley está  lo relacionado con la Bandera, cuyo origen se remonta a 1811.Si hacemos un recuento, podemos señalar, que la Bandera, en su evolución iconográfica, desde el proceso de conquista y colonización hasta bien entrada la modernidad venezolana, -pasados los años 50 del siglo XX venezolano- albergó unas 20 insignias nacionales.

El cambio propuesto, mediante una Ley que tiene vigencia al publicarse en Gaceta Oficial el 07 de marzo de 2006, en lo que respecta a la Bandera es la presencia de una octava estrella en el tricolor nacional, que se fundamenta  en aquel decreto del Libertador Simón Bolívar en 1817, entonces para representar a Guayana, tras una epopeya liberadora Recordemos que fue en Angostura cuando en 1819 se convocó a un Congreso donde se constituyó históricamente como una anticipación de una concepción no hegemónica y multipolar del mundo. 

Tenemos que recordar que las estrellas de la bandera se instauraron por vez primera en 1797 y desde entonces han sido quitadas, sustituidas y han variado en cifra desde las cuatro hasta las veinte.

Se siguen las disposiciones transitorias del discurso integracionista, que rige los planes estratégicos y la diplomacia bolivariana de nación. Con ello se pretende posibilitar la consolidación del ideario del Libertador Simón Bolívar, expresado en la nueva iconografía del pabellón nacional para reforzarlo ante un contexto de una globalización avasallante y unidimensional que ha adoptado la disolución del Estado-Nación como un hecho normal, tanto como que muchos pueblos pierdan su identidad y estatuto como pobladores originarios.  

En lo que respecta a la segunda modificación, la misma se centra  en un cambio del actual Escudo, se relaciona principalmente con la resolución de varios problemas visuales. Así con el caso de la corrección se  crea el giro  de posición del caballo blanco, este ocupa la tercera porción del gallardete, la corrección de la postura del caballo mirando atrás trasmite la idea de estar detenido.

Quien suscribe pudo ver una versión en 3D efectuada por Ricardo Villarroel (postproductor visual del Minci) para animar el escudo nacional poco tiempo después del revocatorio y allí se constatan la rigidez a la cual es sometida la figura del caballo. Fueron animaciones computarizadas seguramente vistas por el Presidente Chávez y en ese entonces el Ministro Andrés Izarra las que generaron una modificación de formas y emblemas aparentemente estáticos.

Por eso ahora, tenemos en el primer plano visual, en la porción azul, un caballo indómito galopando hacia la izquierda con la cabeza recta y mirando hacia delante.

En este sentido se le da continuidad a las acertadas interpretaciones del contenido programático  de las imágenes propios de la iconología y de la disciplina heráldica, que aunque, de esta última poco ha sido develado, no constan en leyes, decretos o resoluciones, o en documentos históricos, la práctica protocolar y militar le confirma en el sentido que el uso desde que el  primer escudo data de la Primera República (1810-1812).

Ya como nación constituida en 1834 -lo cual se puede constatar en los archivos- el Senado de la República, se aprobó un proyecto que, en sus líneas generales, describía una modificación del contenido programático y/o iconológico: el caballo de entonces era dorado y las armas combinaban las lanzas españolas con el arco y la flecha indígena.

Las  variaciones han sido diversas desde los timbres, ornamentaciones, cambios en las ramas,  y en las frutas que lo bordean. Permanece hoy y desde 1836 con un conjunto mínimo de variaciones de composición, el pendón es similar al actual y fue descrito en la Ley de símbolos patrios de 1954.

Se le agregó un manojo de espigas de oro dos más para representar a los 24 estados de la República.

Un mundo de respeto a la diversidad cultural se convierte en el código  visual de la composición  llevada al consenso y  aprobada: un el cuartel amarillo, ubicado en la parte superior derecha, con emblemas de triunfo (una espada, una lanza, un arco y una flecha dentro de una caja) donde se entrelazarán, según su diseño, las armas europeas con las indígenas, pues esta composición agrega el aporte a la venezolanidad por parte de  representantes aborígenes, y el machete del campesino,  del movimiento zamorano que dieron su vida por fundar una República independiente, todas entrelazados por el símbolo de la cultura greco-pagana expresada en una corona de laurel.

El cuartel  azul, ocupa toda la parte inferior del Escudo de Armas y en él figura un caballo blanco indomable, galopando hacia la izquierda de quien observa y mirando hacia delante, emblema de la independencia y de la libertad; adoptándose para tal efecto la figura del caballo contenido en el Escudo de la Federación, de fecha 29 de julio de 1863.

Tal como lo expresa la Ley de Reforma Parcial de la Bandera, Escudo e Himno Nacional, en su Capítulo III articulo 8: “ El Escudo de Armas tendrá por timbre, como símbolo de la abundancia, las figuras de dos cornucopias entrelazadas en la parte media, dispuestas horizontalmente, llenas de frutos y flores tropicales y en sus partes laterales las figuras de una rama de olivo a la izquierda de quien observa y de una palma a la derecha de quien observa, atadas por la parte inferior del Escudo de Armas con una cinta con el tricolor nacional. En la franja azul de la cinta se pondrán las siguientes inscripciones en letras de oro: a la izquierda de quien observa “19 de Abril de 1810", "Independencia", a la derecha de quien observa, "20 de Febrero de 1859", "Federación", y en el centro "República Bolivariana de Venezuela".

Con ello la revolución bolivariana hace suyos los símbolos y emblemas para despertar y trasmutar el pabellón nacional en las andanzas del pueblo construyendo desde el presente.