Efraín Valenzuela |
De los consejos de Don Quijote a Sancho Panza 27 de agosto de 2005 |
Se instalaron las Cámaras Municipales y las Juntas Parroquiales. Quizás venga a tino algunos de los consejos que le diera don Quijote a Sancho Panza, a propósito de ser éste el gobernador de la ínsula de Barataria: “...dijo el duque a Sancho que se adeliñase (arreglase) y compusiese para ir a ser gobernador, que ya sus insulanos le estaban esperando como el agua de mayo…”. Así parecen haber dicho los munícipes al ir a votar. Pero nos preguntamos ¿a cuáles de estos nuevos Miembros de Juntas Parroquiales y Ediles le calzará lo dicho por don Quijote de la Mancha?: “…y tú, antes de tiempo, contra la ley del razonable discurso, te ves premiado de tus deseos. Otros cosechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden; y llega otro, y sin saber cómo ni cómo no se halla en el cargo… Tú, (Sancho), que para mí, sin duda alguna, eres un porro, (un necio), sin madrugar ni trasnochar, y sin hacer diligencia alguna…te ves gobernador de una ínsula, como quien no dice nada”. Ojalá sean pocos a quienes les venga a cuento lo dicho por el Ingenioso Hidalgo. Luego de advertirle a su escudero que la sabiduría está en el temor a Dios, Don Quijote le apunta: “Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. De conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse al buey” En esa fábula de Esopo, la rana al hincharse termina reventada. “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no desprecies de decir que vienes de labradores”. Decía la canción de Carlos Puebla: soy del pueblo, pueblo soy. Y a donde me lleva el pueblo voy. “Préciate, (Sancho), más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio”. “Mira, Sancho: si tomas por medio la virtud y te aprecias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista” (se adquiere). Parlamentarios municipales y representantes parroquiales, muchos cambian al llegar al poder. Si no son virtuosos no olviden que pueden adquirirlo. La sapiencia, también, está en los poderes creadores del pueblo. “Nunca te guíes por la ley del encaje (la arbitrariedad) … Procura descubrir la verdad por entre la promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre”. Siempre hemos menudeado que para gerenciar es menester leer y aprender de Don Quijote de la Mancha. Por ejemplo, para quienes se desviven por los hilos dentales, viene a tino, también aquello de: “Si una mujer hermosa viene a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que te pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros”. Sabio consejo. Finalmente, “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus predios colmados; tu felicidad, indecible…y… vivirás en paz y beneplácito de las gentes... Esto que hasta aquí te he dicho -remataría, el Ingenioso Hidalgo- son documentos (enseñanzas y consejos) que han de adornar tu alma; escucha ahora los que han de servir para adorno del cuerpo”. Invitamos, pues, a todos los representantes de las Juntas Parroquiales y a los Concejales, ahora en sus flamantes cargos, para que se den una paseadita por los consejos segundos que dio don Quijote a Sancho Panza. Quizás, sea esa una manera de aprender a gobernar (y además, de celebrar) los 400 años de la primera aparición pública de este clásico,”fundamental en la historia de la cultura”. “Y dejemos esto hasta aquí, Sancho; que si mal gobernares, tuya será la culpa, y mía la vergüenza”. |