Chela Vargas Docente UCV |
Bravo pueblo, del 23/E Caracas, enero de 2005 |
Es
difícil, en las cercanías de otro aniversario de la caída de la
dictadura perezjimenista, no recordar con emoción, las imágenes de la
huelga general del 21 de enero del 58. A las doce del día, junto al
corneteo de los carros y las campanas de la iglesia, el pueblo
fue plenando las calles, henchido y fortalecido por un gran
sentimiento de unidad y combatividad que se había gestado durante 10 años
de represión y muerte en la lucha por la libertad y la justicia. El grito
¡Muera la dictadura!, comenzó como un murmullo y fue creciendo en la
medida en que las calles de la ciudad se iban plenando de multitud. Este
pueblo insurrecto, desafiante, frente a las medidas represivas del
poder de la camarilla perejimenista, avanzaba con paso firme conciente de
que se había logrado al fin, una gran fuerza cívico- militar amplia y
unitaria, estructurada al
calor de la lucha clandestina. El pueblo y sus soldados se habían
fundido otra vez para
rescatar la patria. En los barrios, en los liceos y universidades, en las fábricas, en el campo, burlando de distintas maneras la represión gubernamental, se había hecho presente el mensaje y la orientación política de un grupo de militantes revolucionarios con elevada honestidad y fortaleza ideológica. Tiempo
hubo para la agitación, la propaganda, el estudio y el trabajo cultural y
político con los diversos sectores del pueblo. El
pueblo se organizaba y desafiaba la represión en los diversos
espacios. En
el campo, a esa ancestral lucha de los campesinos por la tierra, se
suma también la lucha política anti-dictadura. Valga ejemplo del
levantamiento campesino de Turén.
Cansados de ver burladas sus acciones, se enfrentan al poder
terrateniente. Unos ochenta campesinos, con fusiles y cuatro revólveres
atacaron a las cinco de la mañana el puesto de la guardia nacional de la
Zona, apoderándose de todas las armas. Hubo un saldo de cinco muertos. El
mismo día llegó una compañía
de la guardia nacional, fuertemente armados, quienes se dedicaron
a ametrallar los caseríos. Lo mismo hizo la aviación. Quienes
lograban salir con vida eran hechos prisioneros y torturados. Desnudaban a
las mujeres. Mas de cien muertos, doscientos heridos y quinientos
detenidos. El líder campesino comunista Rufino Mendoza fue asesinado
delante de los campesinos. (J.V Abreu, “Se llamaba SN”.) Por
su parte jóvenes militares patriotas, se organizan en clandestinidad. A
los diferentes sectores de la fuerza armada
va llegando la cresta del compromiso y la conspiración: la marina,
el ejército, la aviación. El 1º de enero, .estalla el alzamiento de la
aviación en Maracay. Aviones de la fuerza aérea
atacan a Caracas. Ya había un número de oficiales presos lo
cual acentúa y fortalece la moral para el combate y la unidad cívico-militar.
Colmaban
esta lucha, las referencias y el ejemplo
de otros pueblos. La revolución mexicana y Emiliano Zapata nos donó
la consigna “la tierra es para quien la trabaja” que hicieron suya
nuestros campesinos. La guerra civil española, el ejemplo de una generación
de intelectuales que expresaron su compromiso con la lucha, nos donaron su
poesía y sus cantos. La otrora clase obrera empeñada en la lucha
contra la explotación en el mundo, su
ejemplo , sus cantos y
su internacionalismo proletario. La protesta contra la X Conferencia Interamericana en 1952 celebrada en Caracas, permitió demostrar la solidaridad latinoamericana en la lucha contra el imperialismo. La gente apoya y colabora por doquier con el trabajo de agitación y propaganda y el aplauso para “ el Canciller de la Dignidad” Guillermo Toriello, quien enfrenta a Foster Dules, en el contexto del atentado de la CIA para derrocar a Jacobo Arbens presidente de Guatemala. Arbens enfrenta a la oligarquía guatemalteca y a la United Fruit Company. con la aprobación de una Gran Reforma Agraria. Es el mismo pueblo que no dejó entrar a Nixon al Panteón. El mismo que no permitió que el Carmonismo oligárquico y pro imperialista permaneciera mas de dos días en el poder. Esta vez fortalecido con la existencia del proyecto bolivariano sintetizado en la Constitución Bolivariana y en sintonía con su líder quien ha demostrado fidelidad y constancia para echar a marchar este proyecto, desafiando el poder imperial y promoviendo la unidad urgente de la comunidad latino- caribeña como garantía definitiva del triunfo de los pueblos. |