Alberto Monteagudo Profesor de comunicación gráfica, cineasta, artista plástico |
U.B.V. ¿Un proyecto amenazado |
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Una
nueva cultura naciente, contrapuesta a la que aún
se resiste a dejar de lado viejas
y perversas maneras de construir sociedad, está llamada a inventar nuevas
metáforas, crear nuevos lenguajes, re-semantizar gastadas palabras que la
rutina y la corrupción institucional
de una democracia hipócrita, ha venido despojando de su significado
trascendente. Pueblo,
Justicia, Patria, Soberanía, deberán ocupar su lugar original, y de esta
manera dar cuenta del proceso de cambios profundos que el momento impone. Ya
se dijo: vivimos uno de esos episodios en la historia de las sociedades en
que lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir; también
en un momento en que de no proteger debidamente el tejido sano, la
enfermedad del viejo sistema puede hacer metástasis. En
una temprana advertencia de lo que pudiera sucederle a la U.B.V. de no
atender a ciertos indicios derivados de la
ocupación acrítica de su planta
física - un edificio diseñado
para la Creole con fines diametralmente opuestos a los postulados de una
casa de estudio formadora de una nueva ciudadanía- varios miembros de la
comisión académica y diseño curricular produjimos
el documento “U.B.V. ¿Vino nuevo en odres viejos?” Lamentablemente,
lejos de atenderse, esta voz de
alerta hoy es una involuntaria profecía de males que se han reproducido,
y que de no mediar una rápida rectificación, amenazan un proyecto
pionero y emblemático que es la esperanza
para una vasta
comunidad estudiantil y para la nación en su conjunto. No
se trata de buscar culpables; en el pasado ello ha derivado en cacerías
de brujas cuyos beneficiarios han sido a la
postre quienes adversan todo cambio que afecte sus privilegios. Se trata de
internalizar y actuar valores consagrados en la Constitución
Bolivariana de Venezuela y velar por que se hagan práctica cotidiana; de
hacer de la
participación protagónica y corresponsable, un eje de la interrelación
entre todos los actores que intervienen en la construcción de la U.B.V,
autoridades académicas, profesores , estudiantes y empleados
administrativos. No
es fácil, como ya se expresó en el documento al que hacíamos referencia
, despojarse de viejas maneras de hacer que se nos han pegado como una
segunda piel, como tampoco es fácil asumir en toda su dimensión y
vastedad, los cambios que plantea llevar
adelante una revolución pacifica , dos términos históricamente antinómicos. He
allí lo original e intelectualmente desafiante del proceso que estamos
viviendo y que justifica la creación de la U.B.V. como respuesta
a la crisis de las universidades, que al igual que el rey desnudo de la fábula,
quedaron en evidencia como instituciones ensimismadas y desconectadas de
la realidad. Por
ello se equivocan quienes piensan que la U.B.V. viene a solucionar un
problema de cupo; la U.B.V. es la respuesta estratégica al agotamiento de
un modelo de apropiación de conocimiento según el cual , de un lado está
el que sabe (arriba) y del otro el que no sabe (abajo), de un modelo que
potencia la arrogancia teoricista por sobre los saberes prácticos y la
experiencia de vida; de un modelo en el que el poder se distribuye según
un orden jerárquico verticalista, hoy por cierto en crisis hasta en
corporaciones tradicionalmente piramidales como las grandes compañías
capitalistas, e incluso los ejércitos. De
allí nuestra temprana advertencia sobre los peligros que se ciernen sobre la viabilidad de la U.B.V. y de la necesidad de que quienes
tienen en sus manos el timón de este barco no repitan los errores del
pasado y estén atentos a las señales de que no se va por buen rumbo. Es
muy fácil, desde las confortables pero engañosas oficinas que hasta ayer
ocuparon los “Chairman” de la meritocracia antinacional , creer que
todo va según lo planeado . Quizás, como el capitán del Titanic se
piense que hay tiempo para esquivar el iceberg . Ojalá tengan razón y la
U.B.V. aún no haya alcanzado la suficiente fuerza inercial que haga inevitable el
choque. Lamentablemente hasta
hoy todo parece indicar que no se han atendido los indicios que
preanuncian el fatídico momento. Ver
una cola de estudiantes a quienes se les ha exigido pasar por un molinete
de entrada y un control propio de una corporación de la naturaleza de la
Creole o de la “Vieja Pedevesa” es aberrante aún para una universidad
tradicional; en la U.B.V. es un verdadero agravio. ¿Y
que decir de la “natural”-y por lo que se ve, definitiva - ocupación
por parte de las autoridades académicas y administrativas de las lujosas
oficinas diseñadas para “meritocracia” sediciosa? ¿Se
compadece con la horizontalidad que la naturaleza del proyecto
revolucionario y una Democracia protagónica, participativa y
corresponsable exige ? ¿No
sería mejor destinar esos espacios a la biblioteca de la cual la U.B.V.
carece? En
estos primeros pasos donde se impone la mayor transparencia y una
comunicación fluida y de doble vía, no existe la manera de saber quién
o quienes deciden incrementar la burocracia administrativa en niveles que
lucen innecesarios, cuando las verdaderas prioridades se centran en lo
académico. Tampoco quién o
quienes determinaron sin
consulta y sin previo aviso a los estudiantes, imponerles doble horario
cuando muchos de ellos por razones de trabajo o por otras circunstancias
no pueden cumplirlo. ¿Se justifica que a
esta altura que los flamantes autobuses que aún permanecen inmóviles en el
estacionamiento no se hayan sacado a la circulación por falta de placas?
Parece que no se entendiera la envergadura del desafío. Sin
embargo esto es solo la punta del iceberg ; lo menos visible y mas
peligroso lo constituyen las graves contradicciones entre el enunciado teórico
expresado en su documento base y
el diseño curricular que se presentará al C.N.U. , resultado de
cambios inconsultos a los proyectos elaborados por
las comisiones designadas al efecto y
de las cuales formamos parte los que suscribimos el presente
documento.
Por ello es
menester, sobre todo para quienes el pensar
es un oficio de vida, y que desde el ámbito académico han asumido
la exigente tarea de formar individuos capaces de enfrentarse a nuevas
realidades en un entorno en el que la incertidumbre es a menudo la única
certeza., revisar la disociación entre la teoría -incluso la mas autocrítica-y
la práctica cotidiana. El Iceberg o la
desaparición de lo comunitario. En
el documento básico – la constitución de la U.B.V. –
“se resalta el papel que viene a cumplir lo
comunitario como lugar adecuado para reivindicar los objetivos
sociales del crecimiento económico y social”y agrega:-“
El componente social y humano de la economía , la política , la tecnología
y, en general de la vida pública se expresa en su relación con lo comunitario que aparece como una dimensión fundamental
para replantear , en términos de justicia social, las políticas ,
proyectos y programas para el desarrollo integral , de orden regional y
nacional”. Para
no abundar; en dos páginas y media, el documento se refiere a lo
comunitario no menos de quince veces, haciendo énfasis en su
importancia como instancia formadora de nueva ciudadanía y organizadora
de la energía social para el cambio. En
el documento que más tarde proporcionó la Coordinación Académica a las
comisión encargada del diseño
curricular , bajo el título de Gestión
Social y Participación Comunitaria se dan las pautas
para el respectivo programa de formación
profesional a partir de las cuales aquella elaboró un primer
documento que fue entregado a la Coordinadora Académica para su revisión
. Recogiendo
sus observaciones y sugerencias,
se elaboró una versión definitiva para ser presentada Al C.N.U.. Esta
fue la última ocasión en la que lo comunitario
aparece en el proyecto de Gestión Social. En
efecto, la versión final modificada –inconsultamente - por la
Coordinadora Académica, y a contrapelo de la importancia que como se vio
anteriormente, los propios documentos fundacionales de la Universidad
Bolivariana de Venezuela proclaman acerca de la importancia de lo
comunitario , tal concepto no merece mención alguna. Es
más, el documento en cuestión pasó a llamarse “Gestión
Social del Desarrollo Local”., una definición desarrollista
con la cual el neoliberalismo hace tiempo aprendió a convivir cómodamente
. Un
argumento reiteradamente esgrimido por la profesora Magaldy
Tellez coordinadora
académica, es el de que el
C.N.U. sería reacio a aceptar determinados conceptos presentes en nuestro
proyecto ( al parecer lo
comunitario es uno de ellos). Si
aceptamos esa premisa ¿Por qué cambiar Participación
Comunitaria por Desarrollo
Local cuando la
primera aparece no menos de
treinta veces invocada en los documentos fundacionales de la
propia U.B.V. aprobados por el C.N.U
? y ¿ Por qué hacerlo sin consultar y ni siquiera participar a la propia
comisión designada para elaborar el
currículum del componente Gestión
Social y Participación Comunitaria y
para colmo haciéndola aparecer como avalando el documento definitivo
redactado y presentado a sus espaldas ? El
presente documento ,concebido para abrir una necesaria discusión entre
los miembros de la comunidad
Ubevista sobre el
rumbo de una institución nacida al calor de un proceso revolucionario
original que requiere de instituciones originales llamadas a traspasar las
fronteras invisibles ( y por eso peligrosamente eficaces )de viejas manera
de hacer donde el verticalismo y la arbitrariedad son la regla , está
inspirado en el legado de
quienes dijeron “ Moral y luces son nuestras primeras necesidades”
“ La inteligencia sin probidad es un azote” “O
inventamos o erramos” Aún
estamos a tiempo para que le evitemos a la U.B.V el destino del Titanic Comisión
de Diseño Curricular de Gestión Social y Participación Comunitaria |