Efraín Valenzuela  

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Carta a Aquiles Digo

Efraín Alerta nos alienta

mayo de 2006

Estimado, Aquiles Digo

En primer término quiero expresarte me agradecimiento por tan amables deferencias para  conmigo. A veces uno siente algo así como cien años de soledad. No obstante, sigo empeñado en empujar esta carreta, muy a pesar de que los que están arriba escupen hacia abajo. En torno a la opinión que me pides, quiero expresarte que pertenezco a aquellos que se inventan su método. Particularmente, el mío es libre y libérrimo y sobre todo empírico. Creo que es la mejor forma de entrarle a una ley, y más cuando no somos abogados. He emprendido un análisis artículo por artículo. Recordando a Ludovico cuando proponía leer a Marx con nuestros propios ojos. Al final me ha sucedido como a Quevedo: "hay en mi corazón furias y  penas". Pero sobre todo pena y pena ajena. Resulta insólito que se le pague, durante cinco años, a un legislador que, incluso, llegue a legislar en contra de la Constitución. Es incómodo, absurdo y, verdaderamente, reaccionario. De tal manera, amigo, que cualquier camino me parece válido. Creo que debería ir redactando las modificaciones. Rehacer totalmente la exposición de motivos e ir reelaborando artículo, eliminar títulos completos e ir redactando los nuevos y necesarios. Ello nos daría un papel de trabajo sobre el cual discutir, analizar y ir elaborado colectivamente la nueva propuesta. Es vital aprovechar el momento electoral. La postura del ejecutivo cultural es que no necesitamos una norma orgánica. Ello parece un contra sentido ya que  se coloca al margen de los objetivos del nuevo Mapa Estratégico. Siento mucha alegranza de que la gente escriba, analice, formule propuestas y la discusión tome la calle. Por mi parte haré un esfuerzo por seguir escribiendo y haciendo las observaciones a que haya lugar. como decía Aquiles Nazoa. Este asunto no está definitivamente resuelto. Suerte y recuerda In Vino Veritas.

Efraín